¿Qué propiedades esconde el aceite de albahaca?
La Fundación CELLBITEC, con la colaboración de investigadores de la Universidad de Granada, viene desarrollando un extenso estudio con más de 50 especies vegetales en la búsqueda de nuevas moléculas y principios activos procedentes de semillas, cómo el caso de la albahaca. Uno de los numerosos resultados obtenidos ha sido el descubrimiento de una nueva fuente de omega-3.
La albahaca es ampliamente conocida por sus propiedades aromáticas y por el uso de sus hojas frescas en restauración, pero hasta ahora poco se conocía sobre las propiedades nutricionales de su semilla.
Este aceite puede ser utilizado por la población general o en el tratamiento específico de distintas patologías con base inflamatoria como la obesidad, el síndrome metabólico o el cáncer de colon, entre otras.
En este descubrimiento, realizado por la Fundación Cellbitec y su grupo empresas agrobiotecnológicas “BEYOND SEEDS” junto con el equipo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Granada (UGR), se han demostrado las propiedades saludables y beneficios del consumo de una nueva fuente de ácidos grasos omega-3 procedentes del aceite de semilla de albahaca.
Este aceite extraído ha sido descrito por ser una excelente fuente (hasta un 75% del total de ácidos grasos) de ácido α-linolénico, un ácido graso perteneciente a la serie omega-3. Además, el ácido linoleico (serie omega-6) puede llegar a conformar hasta el 15% del total de sus ácidos grasos.
Uno de los aspectos más importantes que se ha tenido en cuenta en este trabajo ha sido conocer la biodisponibilidad real de sus ácidos grasos constituyentes, así como su capacidad para transformarse e incorporarse como ácidos grasos de cadena larga en los diferentes compartimentos del organismo.
Los científicos han demostrado que el ácido linolénico procedente de la semilla de albahaca se absorbe a nivel digestivo y se transforma e incorpora en los diferentes tejidos en otros ácidos grasos como los ya conocidos por sus propiedades beneficiosas para la salud, el ácido docosahexaenoico o DHA y el ácido eicosapentaenoico o EPA.
Además, esta transformación conlleva a una disminución en la concentración de precursores de moléculas proinflamatorias como el ácido araquidónico (ARA). Asimismo, cabe resaltar la ausencia de toxicidad que este aceite mostró, incluso en la dosis más alta suministrada que suponía un 15% de inclusión dietética.
“Todos estos resultados hacen que este aceite sea ideal como suplemento dietético, como un nuevo alimento funcional o constituyente de fórmulas nutracéuticas, para su uso por la población general o en el tratamiento específico de distintas patologías con base inflamatoria como la obesidad, el síndrome metabólico o el cáncer de colon, entre otras”, explican los autores.
Este trabajo, ha sido liderado por los investigadores del departamento de Fisiología de la UGR Jesús María Porres Foulquie y María López-Jurado, pertenecientes al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y el Centro de Investigación Biomédica, y los investigadores del departamento de Anatomía y Embriología Humana, Consolación Melguizo Alonso y José Carlos Prados Salazar, del Centro de Investigación Biomédica e Instituto Biosanitario de Granada.
La investigación se ha llevado a cabo en el marco de un contrato del Programa Torres Quevedo adjudicado a Rosario Martínez y cofinanciado por la biotecnológica CELLBITEC S.L. y un Proyecto de Investigación del Programa Retos-Colaboración (RTC-2017-6540-1) promovidos por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de Granada.
Se siguen investigando desde diferentes instituciones para seguir encontrando propiedades útiles, cómo el caso de las microalgas.