Producción y comercio récord de cereales, pero con las reservas disminuyendo
Pese a que se prevé una producción mundial récord de cereales en 2021, las existencias mundiales de cereales sufrirán probablemente una contracción en 2021/22. Tras una revisión al alza en noviembre a raíz de un volumen de comercio mundial de trigo y arroz mayor de lo previsto anteriormente, los pronósticos actuales indican un aumento del comercio mundial de cereales, que alcanzará un nuevo récord en 2021/22.
Si bien el pronóstico de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2021 se ha reducido en 6,7 millones de toneladas respecto del informe anterior, de octubre, ubicándose en 2 793 millones de toneladas, aun así se mantiene un 0,8 % (21,5 millones de toneladas) por encima del nivel de 2020, lo que supone un nuevo récord. La mayor parte de la reducción de este mes deriva de un recorte en el pronóstico sobre la producción mundial de trigo, cifrada actualmente en 771 millones de toneladas, es decir, 6,2 millones menos que en octubre y un 0,8 % por debajo de la producción del año anterior. Los recortes en las estimaciones sobre la producción de este año en los Estados Unidos de América, la República Islámica del Irán y Turquía explican la revisión a la baja de este mes. Por el contrario, la producción mundial de cereales secundarios se ha incrementado ligeramente hasta alcanzar los 1 505 millones de toneladas, un 1,5 % más que en 2020.
El pronóstico sobre la producción mundial de maíz se ha revisado al alza en vista de los rendimientos mayores de lo previsto anteriormente en el Brasil y la India y la mejora de las perspectivas en varios países del África occidental. Estas revisiones al alza de la producción de maíz compensan con creces la reducción del pronóstico sobre la producción mundial de cebada, que fundamentalmente guarda relación con recortes de la producción en la República Islámica del Irán y Turquía, donde la persistente sequedad limitó los rendimientos. Aunque el pronóstico sobre la producción mundial de arroz en 2021 sigue señalando un aumento del 0,9 % respecto de la cosecha récord de 2020, se ha reducido en 1,5 millones de toneladas desde octubre, ubicándose en 518,2 millones de toneladas (arroz elaborado). La revisión obedece principalmente a un descenso basado en la superficie en el caso de Indonesia, donde ahora se estima oficialmente que la producción se recuperará solo en parte de los pobres resultados obtenidos en 2020 a causa de las condiciones meteorológicas. Esta modificación, junto con una reducción basada en el rendimiento en el caso de Sri Lanka, contrarresta con creces la mejora de las perspectivas sobre la producción en unos pocos países, como Guinea, la República Bolivariana de Venezuela y la República Democrática Popular Lao.
La siembra de los cultivos de trigo de invierno de 2022 ha comenzado en el hemisferio norte. Se estima que los elevados precios del trigo imperantes alentarán a la siembra de grandes superficies; no obstante, la subida de los costos de los insumos podría limitar la expansión de la superficie plantada con trigo en algunos países. Las condiciones de siembra en la Unión Europea (UE) han sido por lo general favorables, salvo en Rumania, donde la siembra se ha demorado por la persistente sequedad. La siembra avanza a un ritmo promedio en los Estados Unidos de América, pero se ha informado de que las condiciones de los cultivos son algo menos favorables que el año pasado a causa de la insuficiente humedad del suelo. En la Federación de Rusia, el retraso de la siembra en las principales regiones productoras del Volga y del centro debido a la sequedad podría dar lugar a una disminución de la superficie sembrada en comparación con el año pasado. En Ucrania, los niveles de humedad del suelo son buenos, aunque los primeros indicios apuntan a un probable pequeño descenso de la superficie sembrada en términos interanuales.
Al sur del ecuador, los países están sembrando los cultivos de cereales secundarios de 2022. En América del Sur, se calcula que la producción brasileña de maíz en 2022 repuntará respecto del nivel reducido de 2021, como consecuencia de la expansión prevista de la superficie ―impulsada por los precios― y de unas previsiones meteorológicas favorables. Del mismo modo, en la Argentina se pronostica un aumento de la superficie sembrada con maíz en 2022; sin embargo, una alta probabilidad de disminución de las precipitaciones en los próximos meses podría afectar negativamente al desarrollo inicial de los cultivos. En Sudáfrica, las intenciones provisionales de siembra señalan un descenso moderado de la superficie de maíz respecto del año pasado.
El pronóstico de la FAO sobre la utilización mundial total de cereales en 2021/22, cifrada en 2 812 millones de toneladas, prácticamente no varía desde octubre y sigue indicando un aumento del 1,7 % respecto del nivel estimado para 2020/21. Según las previsiones, la utilización total de trigo en 2021/22 se incrementará en un 2,2 % hasta alcanzar los 779 millones de toneladas. Se calcula que el consumo mundial de trigo como alimento aumentará paralelamente al crecimiento demográfico, lo que se traducirá en un nivel per cápita relativamente estable. Pese a los elevados precios del trigo, se prevé que su uso como pienso experimentará otro fuerte incremento en 2021/22, especialmente en la UE, pero también en China, los Estados Unidos de América, la India y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El aumento del uso de maíz para piensos y con fines industriales explica la mayor parte de la revisión al alza de 1,2 millones de toneladas de este mes y el incremento interanual del 1,6 % previsto de la utilización total de cereales secundarios en 2021/22, que se cifra ahora en 1 514 millones de toneladas. La subida interanual del 2,5 % pronosticada respecto de la utilización de maíz responde a la previsión de una gran demanda constante de piensos en el Brasil y China, a un mayor uso del maíz para piensos en el Canadá y a una mayor producción de etanol a base de maíz en el Brasil y los Estados Unidos de América. Se pronostica asimismo que la utilización de sorgo aumentará en 2021/22 debido a su mayor consumo como alimento, así como a su uso para piensos. Por el contrario, se prevé que la disminución de la producción de cebada limitará su uso como pienso y con fines industriales. La utilización mundial de arroz en 2021/22 se ha revisado 800 000 toneladas a la baja este mes, aunque sigue previéndose un incremento interanual del 1,6 % con el que alcanzará un nuevo nivel máximo de 518,8 millones de toneladas. Aunque los pronósticos indican que el uso de arroz para piensos y con fines industriales seguirá aumentando, se estima que su consumo como alimento impulsará gran parte de la expansión anual de su uso a escala mundial, que aumentará a un ritmo ligeramente superior al crecimiento de la población.
Pese a una revisión al alza de 1,7 millones de toneladas desde octubre, se prevé que las reservas mundiales de cereales al cierre de las campañas de 2022 disminuirán un 0,8 % respecto de sus niveles de apertura, ubicándose en 819 millones de toneladas. Se prevé que la relación entre las reservas y la utilización de cereales a escala mundial descenderá ligeramente, pasando del 29,4 % de 2020/21 al 28,5 % en 2021/22, aun así manteniéndose relativamente elevada desde una perspectiva histórica. Dado que las previsiones indican que la utilización mundial de trigo superará a la producción mundial, las existencias mundiales disminuirán un 2,2 % respecto de sus niveles de apertura, situándose en 282 millones de toneladas. La reducción pronosticada se concentra sobre todo en los principales países exportadores, en particular el Canadá, los Estados Unidos de América y la Federación de Rusia, como resultado del empeoramiento de las perspectivas para las cosechas. Tras una revisión al alza de 3,0 millones de toneladas respecto del mes pasado, se prevé que las existencias mundiales de cereales secundarios al final de las campañas en 2022 se mantendrán cerca de sus niveles de apertura. Se prevé un aumento de las reservas de maíz, sobre todo en China y los Estados Unidos de América, que compensará la reducción pronosticada de las existencias de cebada. Las estimaciones actuales indican que las reservas mundiales de arroz al cierre de la campaña de comercialización 2021/22 serán del orden de 187,6 millones de toneladas, es decir, un 0,3 % más que sus niveles récord de apertura y 900 000 toneladas por encima de lo previsto anteriormente. Este nivel debería ser suficiente para satisfacer el aumento pronosticado del uso mundial de arroz y mantener la relación entre las reservas y la utilización en un nivel holgado, cercano al 36 %.
El pronóstico de la FAO acerca del comercio mundial de cereales en 2021/22 (julio/junio) se ha incrementado en 4,9 millones de toneladas, lo que supondría un aumento del 0,3 % respecto del nivel de 2020/21 y, cifrándose en 478 millones de toneladas, un nuevo récord. Las previsiones actuales indican que el comercio mundial de trigo se incrementará en un 1,8 % en 2021/22 (julio/junio) y alcanzará un nuevo récord de 192 millones de toneladas, gracias al aumento previsto de las importaciones en el Afganistán, el Iraq, la República Islámica del Irán y Turquía, para compensar la disminución de la producción nacional, así como en Egipto, para reponer las reservas. En cuanto a los países exportadores, se prevé que la mayor disponibilidad impulsará los envíos de la Argentina, Australia, la UE y Ucrania, lo cual compensará el descenso de las ventas previsto para el Canadá, los Estados Unidos de América, donde se estima que la oferta será más escasa que en la campaña anterior, y la Federación de Rusia. Las previsiones siguen indicando que el comercio mundial de cereales secundarios en 2021/22 (julio/junio), prácticamente sin variaciones este mes, sufrirá una contracción del 1,7 % respecto del récord de 2020/21. El descenso pronosticado del comercio mundial de maíz estaría impulsado principalmente por las expectativas sobre una disminución de las compras de China y Viet Nam. En lo que respecta a las exportaciones, es probable que el aumento de las ventas de maíz previsto respecto de la Argentina y Ucrania solo compense en parte la reducción prevista de los envíos del Brasil y los Estados Unidos de América, donde se estima que las disponibilidades exportables seguirán siendo escasas. También podría disminuir el comercio de cebada, fundamentalmente a causa de la disminución de la demanda por parte de China y Marruecos. Tras una revisión al alza de 1,1 millones de toneladas, se prevé que el comercio internacional de arroz alcanzará los 51,3 millones de toneladas en 2022 (enero-diciembre). Este nivel supondría una expansión anual del 4,6 %, como consecuencia de las expectativas de abundantes suministros exportables a escala mundial y de una aceleración de las importaciones en todas las regiones a excepción de Asia.