Murcia ejecutó más de 1.600 actuaciones para el control de la Cadena Alimentaria
Las labores de control realizadas por la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente de Murcia durante el año 2021 dentro del Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria 2021-2025, han ascendido a más de 1.600 actuaciones, de las cuales casi el 70 por ciento del total, corresponden al ámbito de la producción ganadera, y unas 300 al área de sanidad vegetal.
Así lo puso de manifiesto el consejero Antonio Luengo durante su intervención en la mesa ‘Una sola salud global’, que tuvo lugar en Madrid en el marco de la ‘Spain One Health Summit 2022’, evento organizado por Fundación Bamberg.
Luengo aseguró que la pandemia de la COVID-19 «nos ha hecho tomar conciencia, aún más, de la interconexión entre la salud vegetal, animal y humana, al poner de manifiesto la relación entre los microorganismos presentes en animales y la aparición de enfermedades infecciosas en humanos», así como «de la importancia de cuidar nuestro entorno para garantizar la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas como barrera de protección natural frente a las pandemias».
«Hay que dejar muy claro que para garantizar el consumo de alimentos seguros es necesario producir alimentos seguros, y para ello hay que controlar todos los procesos de la producción primaria, desde la reproducción (semillas en el caso de los vegetales o material genético en caso animal), la alimentación en ganadería y la fertilización en el caso de la agricultura, la salud de los animales y las plantas (el uso restringido de medicamentos y fitosanitarios), el bienestar delos animales…», explicó.
El consejero recordó que la amenaza del cambio climático y las convicciones cada vez mayores de la sociedad hacia modelos más sostenibles han llevado a las autoridades comunitarias a establecer compromisos como el Pacto Verde Europeo, y que, a su vez, la ‘Estrategia de la granja a la mesa’ es un elemento esencial del mismo, «pues aborda los desafíos de los sistemas alimentarios sostenibles y se reconocen los vínculos entre personas sanas, sociedades sanas y un planeta sano».
A este respecto, Luengo exigió «la justificación técnica y científica de su implantación, pues de lo contrario podríamos estar transmitiendo a la opinión pública que la inocuidad y salubridad de los alimentos solo está garantizada con el cumplimiento y exigencia de los nuevos estándares de producción. Por eso creemos que es el momento de efectuar una análisis de hacia dónde queremos dirigir la producción agraria, ganadera y pesquera de la Unión y, si hace falta, reabrir el debate sobre el futuro de la Política Agraria Común».
El consejero reflexionó sobre el objetivo de la PAC de garantizar unos niveles de producción adecuados a las necesidades alimenticias de la población, «pero no es difícil augurar, que con la reducción de fitosanitarios, antimicrobianos y de insumos en general, sin tratamientos alternativos de comprobada eficacia, se produzca una disminución de las producciones, más aun considerando el aumento de actuales tierras de cultivo destinadas al mantenimiento de espacios naturales sin actividad agrícola».
«Esta reflexión se hace necesaria, hoy más que nunca, porque la crisis bélica en Ucrania ha puesto en evidencia la dependencia de la Unión Europea respecto a materias primas de países fuera de su entorno», aseguró.
Resumió señalando que «estamos en condiciones de afirmar el enorme reto que para el sector agroalimentario, especialmente para el sector murciano, altamente especializado y profesional, supondrá la adaptación a las nuevas exigencias, y para afrontarlo es necesario mantener una posición común de todos los representantes del sector agroalimentario murciano y de la administración en defensa del modelo de producción europeo, aceptando la sostenibilidad, pero garantizando la soberanía alimentaria y la viabilidad de las empresas».
«El éxito o el fracaso de estas estrategias, pasa necesariamente por la aprobación de un presupuesto fuerte, más fuerte si cabe que el presupuesto actual, porque los retos y compromisos del sector precisan de una mayor compensación para la adaptación a los cambios propuestos», terminó.