Melón y sandía: el calor cambia la tendencia en el sector y suben los precios
Por Juan Herrera
Tras un inicio complicado de campaña para el melón y la sandía debido a la ausencia de altas temperaturas, el calor durante junio y julio, tanto en España como en los mercados de exportación, ha permitido el repunte de las cotizaciones.
La campaña de melón y sandía ha virado por completo después de un inicio dubitativo por los bajos precios. La falta de calor a final de la primavera hizo que la demanda de los principales mercados de exportación, principalmente europeos (Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Francia) no fuera la esperada, produciéndose una aglomeración de producto que hizo caer los precios. Según datos de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (COEXPHAL) en el caso del melón almeriense, la cotización media descendió un 60% por debajo de la media del año anterior, mientras que la caída en sandía se quedó en un 10%.
Pero la llegada de las altas temperaturas desde inicios del mes de junio lo cambió todo. Como refleja el Observatorio de Precios y Mercados de Andalucía, la subida de las temperaturas registradas en Europa desde finales de mayo provocó una gran demanda en los mercados de exportación de melón y sandía, provocando que los pedidos superaran la producción disponible en Almería y marcaran un ascenso en las cotizaciones de ambos productos.
En Murcia, por su parte, la ola de calor adelantó la producción y la demanda de estos frutos, permitiendo, desde entonces que el mercado se comporte, en palabras del presidente de COAG Murcia, Miguel Padilla, “con alegría”. “Hay un buen cuajado y precios mejores que los obtenidos el año pasado”.
La situación en la Comunidad Valenciana es bien distinta, y el problema de los precios, al menos en el ámbito de la sandía, se ha convertido en estructural, provocando el abandono de este cultivo por parte de muchos agricultores
Las organizaciones agrarias regionales AVA-ASAJA y La UNIÓ responsabilizan directamente a la gran distribución, con unos precios que en opinión de AVA-ASAJA “comprometen seriamente el futuro de este cultivo en la comunidad autónoma valenciana, tal y como lo evidencia el hecho de que en un período de siete años su superficie de cultivo se haya reducido casi un 30%”.
De acuerdo con las cifras manejadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), entre los años 2009 y 2015 las hectáreas destinadas al referido cultivo en la Comunidad Valenciana sufrieron un severo descenso de casi un 30% al pasar de un total de 1.043 a sólo 743. El año pasado, según las propias estimaciones de esta organización agraria, se produjo un ligero repunte que situó la superficie de sandía en torno a 1.000 hectáreas, pero este año el terreno destinado a esta fruta tan característica del verano ha vuelto a descender de manera muy acusada y apenas alcanzará las 500 hectáreas.
Gestión de crisis
Una de las grandes demandas del sector en situaciones de bajos precios es la mejora de los mecanismos de gestión de crisis. Una medida que este año ha jugado a favor de los productores, sobre todo almerienses, frente a la posición de dominio de gran distribución, pero que, en ocasiones, resulta insuficiente. Por ello, desde las entidades representativas del sector piden un mayor control de los contratos de compra-venta, así como una mejor organización y programación de la producción y comercialización, que permitan regular los mercados y vender el producto a un precio digno para el agricultor, por encima de los costes, y evitando una incertidumbre innecesaria y abusos en los eslabones dominantes.
Producción y exportación
Con todo, la producción esperada en el conjunto del país, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio, será similar al pasado año.
Así, se espera algo más 1,1 millones de toneladas de sandía, que supone un 3,6 por ciento más que el año anterior, en una superficie de aproximadamente 20.000 hectáreas
Las principales regiones productoras, encabezadas por Andalucía, seguida por Murcia y Castilla-La Mancha, registran subidas de entre el cuatro y el seis por ciento, lo que pone de manifiesta la buena salud del sector.
En el caso del melón, también se han destinado a este producto unas 20.000 hectáreas, que vienen a suponer un descenso de más del cinco por ciento respecto a 2016, con una producción que estará por debajo de las 700.000 toneladas, y que pone de manifiesto un cambio de tendencia en el sector.
A nivel exportador, como hemos explicado con anterioridad, aunque las bajas temperaturas del mes de mayo redujeron las previsiones esperadas para el inicio de la campaña, la situación se está normalizando con el paso de las semanas, y se alcanzarán, sin problemas, las cifras del año pasado, que según datos de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX), fueron de algo más de 440.000 toneladas exportadas de melón, y casi 720.000 de sandía.
Francia, Alemania, Reino Unido, Países Bajos y Portugal son los principales destinos de exportación de estos cultivos, cuyas cifras extracomunitarias son apenas reseñables en el cómputo global.