Manel Simón: «China es una gran oportunidad si se trabaja con rigor y prudencia»
Por Milagros Jurado
La producción de fruta fresca es uno de los pilares para la internacionalización del sector agroalimentario catalán, cuya comunidad autónoma se halla entre las principales zonas productoras de fruta dulce de Europa, ostentando el cuarto puesto en la producción mundial de pera y el vigésimo en la de manzana. Con Manel Simón, director general de la Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña (Afrucat) hablamos sobre temas que atañen al futuro del sector como el TTIP, las exportaciones a terceros países o el potencial del mercado chino.
A su entender, ¿qué supone de amenaza y qué de oportunidad el TTIP para las exportaciones de fruta de su comunidad autónoma?
Manel Simón: el Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) abre las puertas a una producción del hemisferio norte, con la que coincidimos en época. Son grandes plantaciones muy eficientes con las que sería difícil entrar en competencia. De todas maneras, es importante entrar en detalle a analizar la reciprocidad que tendrá que regir estos intercambios comerciales y la necesidad de aplicar las mismas restricciones reglamentarias a la producción que entra en la UE respecto a las que ya aplican a los productores europeos. La parte positiva del tratado serían las oportunidades de ampliar mercados. Sobre todo, poder evitar el gran proteccionismo del mercado norteamericano y aprovechar años en que la variabilidad climática se decante a favor de nuestra producción.
«En estos momentos la Unión Europea es muy restrictiva con la aplicación de productos fitosanitarios y no tendría sentido que, en el marco de un posible TTIP, éstos fuesen permitidos en la fruta importada».
¿Cómo definiría el estado de salud de las exportaciones de fruta de Cataluña? ¿Cuáles son sus principales retos?
M.S: La salud de las exportaciones en Cataluña es excelente, batimos récords año tras año. Estamos creciendo en dos sentidos: incrementar nuestra cuota de mercado en los destinos tradicionales, por ejemplo el mercado alemán, y posicionándonos en países terceros.
¿Qué podría decirnos del potencial que encierra el espacio comercial chino, tras autorizar el gigante asiático las exportaciones de fruta de hueso española, y qué beneficios reportaría a las producciones de su comunidad autónoma, donde radican las empresas más representativas del sector?
M.S: China es una gran oportunidad para los que trabajan con rigor y prudencia. No todas las variedades, no todas las logísticas y sobretodo no todas las calidades pueden ser exportadas a China.
Este mercado gigantesco tiene un gran potencial de consumo, sobretodo para esa parte de la población que prioriza las compras de productos de importación, por su carga de seguridad alimentaria, frente a la producción autóctona.
¿En qué medida se estima desde su Asociación que podría afectar el BREXIT a las exportaciones catalanas de fruta al Reino Unido?
M.S: Todavía no está claro cómo van a quedar las relaciones comerciales con el Reino Unido. La primera consecuencia del Brexit ha sido la depreciación de la libra frente al euro, con la consecuente presión al precio de compra de la fruta europea. Será importante analizar como afecta la situación a las relaciones UK-USA y al TTIP, ya que el Reino Unido es uno de los firmantes del tratado transatlántico y una posible paralización de las relaciones con la UE podría acelerar las relaciones con los británicos. Está todo por ver.
¿Hacia qué nuevos mercados exteriores deben virar las producciones frutícolas catalanas? ¿Se encuentran los países iberoamericanos entre ellos?
M.S: La exportación de fruta catalana está muy diversificada pero seguimos intentando aprovechar cualquier nuevo destino que sea factibles en términos de logística y calidad. Esto sin olvidar ni descuidar a nuestro principal activo comercial que sigue siendo la Unión Europea.
«En la exportación a terceros países el objetivo tiene que ser la búsqueda de valor y la rebaja de presión hacia nuestro principal mercado tradicional, Europa»