Makro promueve la agricultura con corazón
Fernando Alcázar es un productor de hortalizas y frutas únicas en peligro de extinción, que ahora suspira aliviado, porque el mayorista Makro le ha echado una mano. Podrá seguir cultivando gracias al programa AlmaMakro, que le compra su producción para garantizar su futuro.
Fernando sonríe de inmediato cuando se le pregunta sobre el proyecto AlmaMakro. “Es la ilusión que cualquier agricultor querría tener. Es como un niño cuando le das un abrazo”, subraya el agricultor madrileño, uno de la docena de los productores agroalimentarios en peligro de extinción que el mayorista apoya en un programa de responsabilidad social compartida, “que se preocupa por ayudar a los pequeños productores de calidad, donde lo importante son ellos, el alma que hay detrás, y poder darles un futuro. Son productos únicos, que los compras ahora, cuando está disponible, o igual no lo tienes en otra ocasión”, describe Beatriz García Cabredo, la directora de Comunicación y Sostenibilidad de Makro.
Fernando Alcázar heredó la huerta de su abuelo a las orillas del río Tajo, una de las vegas más fértiles de la Comunidad de Madrid. “La fresa y el fresón de Aranjuez, el tomate rosado, el tomate gordo de Patones, tomates morunos o enanos de Aranjuez, entre otras hortalizas y frutas de calidad única ahora tienen garantizadas su supervivencia gracias a AlmaMakro”, afirma el agricultor. Este proyecto nació para recuperar la tradición de la gastronomía, el sabor y el olor de los productos españoles más autóctonos, mediante el apoyo a pequeños productores locales “sin los cuales nada de esto sería posible”, señala Beatriz García Cabredo.
Para evitar la extinción de sus sabor tanto de suma como de vernácula calidad, Makro se compromete a adquirir la mayor parte de su producción y venderla sin obtener beneficio, además de ofrecer apoyo logístico posibilitando que lleguen directamente de la tierra o el mar a las tiendas Makro. “Las condiciones que nos brinda este mayorista no tiene comparación con ninguna otra superficie de distribución”, asegura Fernando. Tanto como él la lista de agricultores y ganaderos que Makro ha seleccionado apoyar a los largo de las zonas rurales de España, se caracterizan por ser pequeños en producción, pero grandes en calidad, “una calidad que es recompensada por este proyecto”, añade.
Fernando hacía venta directa en la parcela y ahora, puede seguir haciéndola, aunque comercializa su producción a través de Makro, hecho que “te da una total garantía y tranquilidad, sabiendo que todo lo que produces va a estar comercializando”, sostiene. El mayorista le ha apoyado también en la conservación de sus frutas y hortalizas, así como en la lucha fitopatológica.
Para estrechar aún más el compromiso entre Makro y el productor local, la compañía proporciona de forma preferente los productos procedentes de Alma Makro a La Asociación de Restaurantes y Tabernas Centenarios de Madrid, que introducirán estos productos en sus cartas según la estacionalidad. “Los alimentos tienen que tener sabor, aroma y trasladarnos a la infancia, a los guisos de toda la vida, a los sabores de siempre”, explica Alfonso Delgado, presidente de la asociación.
Alma Makro forma parte del compromiso de la compañía con las diferentes Comunidades Autónomas en las que Makro está presente, fomentando la producción local de alimentos de la máxima calidad para apoyar la economía local y la creación de empleo, así como ofrecer a sus clientes un surtido diferenciador de acuerdo siempre con unos parámetros de calidad y sostenibilidad.