Los productores de leche, sumidos en la incertidumbre y sin soluciones de rentabilidad
Ayer, 1 de junio, se celebró el Día Internacional Lácteo, un sector sumido en una constante lucha por lograr precios que le permitan su subsistencia.
Ahora ese objetivo es aún más difícil, principalmente por el encarecimiento, desde la segunda mitad de 2020, de las materias primas esenciales para la alimentación animal y no se espera que bajen en el corto plazo, según ha recordado.
Ha hecho mención a la reforma de la Ley de la Cadena, que prohíbe la venta a pérdidas, porque “no parece que esté funcionando correctamente”.
Además, ha recordado que el sector tiene que afrontar cambios para adaptarse a la “economía verde” y eso requiere de “capitalización” para acometer las inversiones necesarias pero actualmente “no se está generando suficiente valor” para ello.
El responsable de la sectorial láctea de Asaja, Ramón Artime, ha señalado que esa subida de los cereales y la soja “somos incapaces de trasladarlos al precio del litro de leche” por lo que “seguimos con la misma historia de años”.
Echa en saco roto los avances que contenía la Ley de la Cadena porque, al final, “el mercado impone sus criterios y el más débil es el productor”.
Ha pedido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que actúe porque, a pesar de la Ley de la Cadena, “estamos igual o peor que antes”.
“Pasa el tiempo y no mejora la situación. Cada día cierran más explotaciones mientras entran en juego las macrogranjas que es al final lo que se está permitiendo frente a las explotaciones medias o pequeñas”.
Para el responsable del lácteo en COAG, Gaspar Anabitarte, el sector llega a este Día Internacional Lácteo “exhausto” porque la leche “sigue sin cubrir los costes de producción, ni de lejos”.
Anabitarte habla de que se está obligando a firmar en los contratos la cláusula de que se cubren los costes de producción “para cumplir la ley” pero luego es “completamente falso”.
Según ha detallado, el Gobierno hizo un estudio a principios de 2021 que estimó en 0,36 céntimos el coste medio de producir un litro de leche en España pero fue posteriormente revisado por una consultora, a petición de la industria, que estableció una horquilla de entre 0,30 y 0,43 céntimos/litro.
Con ello, la industria justificó sus 0,30 céntimos de pago y si a un ganadero le cuesta 0,43 céntimos su litro de leche es “que tiene que recortar gastos”.
Para el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, “no hay retórica” para describir la situación: “llegamos muy mal” a este día por el incremento de los costes que “ninguna industria láctea ha tenido en cuenta en sus contratos”.
“Estamos muy disgustados, económicamente muy tocados y, si esto no se arregla, pronto comenzaremos una dura guerra”, incluso de tintes “jurídicos”, para que la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) dé respuesta a las demandas.
Santalla ha pedido a la AICA que comience una campaña de inspección de oficio sobre los contratos lácteos que se están firmando para determinar si se están cumpliendo las nuevas exigencias de la Ley de la Cadena.
La ley “está siempre para cumplirla” y por ello han demandado esa acción de la Agencia.
En 2020, dejaron su actividad en el vacuno de leche un total de 608 productores aunque la producción se elevó un 2,35 % respecto a 2019 (7,4 millones de toneladas) lo que confirma la reestructuración del sector hacia menos explotaciones más dimensionadas.
El precio en origen marcó una tasa media anual en 2020 de 0,332 euros/litro, frente a los 0,328 de 2019 (+1,22 %).
Denuncian “injerencias” en la cadena
Asaja, COAG y UPA han denunciado también la presión de las industrias y la distribución en relación con un estudio de la cadena de valor láctea, que el sector ganadero reclama desde hace años.
Las organizaciones han pedido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) una “reunión urgente” para expresar su rechazo a los últimos cambios introducidos en el estudio porque, en su opinión, lo dejan “vacío de contenido” y “carente de rigor”.
“Tras estas modificaciones está una mano negra que no quiere que se reconozca que en el sector lácteo hay ciertos eslabones que llevan varios años en una estrategia de acoso y derribo hacia los ganaderos que producen leche de vaca en España, algo más de 12.000 en nuestro país”, han lamentado este martes en un comunicado.
De acuerdo a los datos del sector ganadero, el informe estaba previsto que se presentase en la próxima reunión del Observatorio de la Cadena Alimentaria, convocada para el 8 de junio.
En este sentido, han defendido que el citado informe de la cadena láctea refleje “la situación real del sector y aporte transparencia, y no un texto que lave la imagen y la conciencia de determinados agentes en la cadena con comportamientos irresponsables”.
En su opinión, “el MAPA no debe permitir que se utilice un documento oficial para blanquear la imagen de ciertos eslabones y se culpabilice de los problemas del sector lácteo a quienes menos culpa tienen: los ganaderos”.
El Gobierno pide estabilidad en la cadena
Por su parte, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha incidido en la necesidad de “seguir construyendo” una relación de cadena láctea “lo más estable posible” y que “todos” los agentes hagan el “esfuerzo” por “seguir entendiéndose”.
Es un objetivo “muy reiterativo” pero “necesario” para tener un sector “equilibrado, sostenible” y en el que “todos los agentes estén cómodos”, ha expuesto durante su participación en unas jornadas telemáticas organizadas por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) en el Día Internacional Lácteo.
Según Miranda, este sector ha sido “pionero” en las relaciones de la cadena “por la necesidad” que tuvieron de asegurar a los ganaderos, tras desaparecer las cuotas, unas relaciones con la industria que “tenían que ser estables”.
“Eso no quiere decir que no queden cosas por hacer”, ha añadido.
Se ha comprometido, por otro lado, a impulsar una mayor ordenación sectorial para “sentar las bases de la sostenibilidad” necesarias en materia medioambiental y del tamaño de las explotaciones.
“Esa sostenibilidad nos la tenemos que interiorizar” porque es lo que hará que “tengamos o no clientes, que seamos o no competitivos”.
En su intervención, ha conminado a la industria a seguir mejorando en la innovación de productos que “nos hagan ser más competitivos fuera”.
En esa línea, les ha asegurado que pueden contar con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y con el departamento de Industria, Comercio y Turismo para abrir mercados porque, aunque “es difícil llegar” por los certificados exigidos, el esfuerzo “sostenido tiene al final su recompensa”.
La industria agroalimentaria, y concretamente la láctea, está radicada “muchas veces” en el medio rural y “es fuente de empleo” por lo que es necesario defender su papel en la “creación de tejido social” y como “una herramienta de lucha contra la despoblación y dentro de la estrategia del reto demográfico”.
Referente a la nutrición, ha defendido el consumo de leche y lácteos dentro de una dieta equilibrada y hábitos de vida saludables.
Se ha referido asimismo a la futura Política Agrícola Común (PAC), en la que espera que el sector lácteo esté “visualizado y protegido”.
La visión de la industria láctea
Por su parte, el presidente de Fenil, José Armando Tellado, ha valorado la labor desarrollada por la cadena láctea durante la pandemia para asegurar la distribución de sus alimentos a los consumidores.
Ahora es el momento de echar “una mirada al futuro” porque hay “grandes retos y oportunidades” dentro del papel de esta industria como “impulsora de la vertebración del territorio, fijadora de población en la España vaciada, impulsora de dietas sostenibles y con metas medioambientales”.
Según Tellado, el lácteo es un sector “comprometido con la nutrición saludable, con el planeta, con la biodiversidad y con el capital natural”.
Ve necesario que el consumidor haga un mayor reconocimiento del valor de estos productos así como de la industria y los ganaderos que están detrás de ellos.
Su deseo es que el consumidor “mantenga el mismo consumo reflexivo que hizo en la pandemia, reconociendo el valor de los productos que a diario le ofrecemos”.
Entre las “dificultades”, ha asegurado que están preocupados por los problemas de relevo generacional entre los ganaderos de leche, “quizá ligado a la falta de rentabilidad de determinados tipos de explotaciones”.
Además, la industria observa “con preocupación la continua destrucción de valor en el conjunto de la cadena” que está soportando “cada vez unos costes mayores”.
El mensaje “positivo” es que 2020 “nos ha demostrado que las familias han reforzado el consumo de lácteos y confiamos en que esa tendencia, comenzada en 2018, se mantenga en los próximos años”.