Las organizaciones agrarias piden un correcto etiquetado de la miel
Durante la reunión del próximo 5 de febrero, los sectores apícolas de ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de España pedirán valentía política al Ministerio de Agricultura para tramitar el Real Decreto que modifica la norma de calidad de la miel en los términos acordados con el sector apícola.
Organizaciones agrarias y cooperativas rechazan el dictamen emitido por la Comisión Europea sobre la propuesta de nuevo Real Decreto, ya que según su criterio, la propuesta presentada por el Ministerio, que obliga a especificar en la mención del origen el listado de países en orden al porcentaje de miel que contienen y el porcentaje de cada uno de ellos, no se ajusta a la normativa comunitaria. El informe elaborado por los técnicos/as apícolas de ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias, evidencia que existen argumentos jurídicos suficientes para defender el Real Decreto español ante los Tribunales de la UE.
La Comisión ofrece como única posibilidad para indicar el origen en el etiquetado que el envasador decida el orden del listado de países. Esta posibilidad, lejos de mejorar la situación actual, la empeora, ya que genera más confusión al consumidor y además origina un grave perjuicio para la miel española. Una miel que es producida bajo los estándares diferenciales de calidad del modelo europeo y que contribuye a la conservación de nuestro medio ambiente gracias a los efectos beneficiosos de la apicultura. “Esta propuesta permitiría que una miel con un 1% de miel española y un 99% de miel china pudiera ser etiquetada como “Origen: España y China”. Esta mención resulta inaceptable ya que permitiría que determinados operadores pudieran comercializar con mayor facilidad miel mezclada con un contenido desconocido, (y en algunos casos irrelevante), de miel de origen español”, han subrayado los representantes de ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias.
Las organizaciones representativas del sector apícola llevan años denunciando la falta de transparencia que posibilita la aplicación de la Directiva de la Miel en España, que permite a los envasadores etiquetar las mieles como “mezcla de mieles UE-no UE” sin indicar específicamente los países en los que las mieles fueron recolectadas ni el porcentaje de cada uno de ellos. Esta situación provoca que, en la actualidad, con sólo un 0’1% de miel de origen europeo se otorgue a los envasadores la posibilidad de utilizar el término “UE”.
Tras las numerosas acciones llevadas a cabo por las organizaciones sectoriales para conseguir un adecuado etiquetado de la miel envasada en España, el Ministerio de Agricultura inició el 21 de diciembre de 2018 los trámites para la modificación de la actual Norma de Calidad de la Miel tomando como referencia la Resolución del Parlamento Europeo de marzo de 2018 sobre las perspectivas y desafíos del sector apícola de la Unión. En esta Resolución, el Parlamento Europeo consideraba que «la mención “mezcla de mieles procedentes de la UE y de mieles no procedentes de la UE” no es lo bastante informativa para el consumidor» al considerar que «en la actualidad numerosos envasadores y comerciantes de miel abusan de estas indicaciones para ocultar el verdadero país de origen, así como la proporción de miel procedente de cada uno de los países en cuestión» y pedía «que se sustituya la mención “mezcla de mieles procedentes de la UE y no procedentes de la UE” por una indicación precisa del país o países de origen de las mieles empleadas en el producto final, y que estos se enumeren en el orden del porcentaje correspondiente a cada uno de ellos (y que se especifique, además, el porcentaje correspondiente a cada país en el producto en cuestión)».
La utilización del término UE es muy importante porque identifica un alimento que se ha producido bajo un estricto modelo de producción. Además, en el caso de los productos apícolas, el territorio tiene un peso específico muy importante en la definición de sus características, ya que las floraciones de las que proceden están vinculadas al entorno geográfico en el que pecorean las abejas y proporcionan características organolépticas particulares a cada uno de los productos finales. También debe destacarse el papel medioambiental que ejerce la apicultura en el territorio en el que se desarrolla y que es muy valorado por la ciudadanía.