Las cooperativas agroalimentarias, conscientes de la importancia de la formación del sector
Investigadores de las universidades Politécnica de Cartagena, de Murcia y de Almería han publicado con la Cátedra Cajamar-UPCT la monografía ‘La apuesta por el talento en las cooperativas agroalimentarias. La formación como palanca para el crecimiento’, en la que se recogen los resultados de un estudio sobre las necesidades de formación de estas singulares empresas, realizado con la información facilitada por sus directivos y gerentes.
“Las cooperativas agroalimentarias son conscientes de la importancia de la formación”, resume el responsable de la cátedra, Narciso Arcas, quien remarca la necesidad de mejorar las competencias del capital humano en “un entorno de cambio permanente y mercados exigentes”. La formación “es una inversión para atraer talento”, añade, enumerando efectos positivos de esta práctica como el aumento del compromiso del personal, la reducción de accidentes laborales, la mejora del servicio, el uso más eficaz de las nuevas tecnologías y, en última instancia, la mejora de la productividad y competitividad.
El estudio partió de entrevistas a una decena de responsables de grandes cooperativas y recogió datos mediante un cuestionario respondido por directivos y gerentes de casi doscientas cooperativas agroalimentarias.
Los temas formativos que despiertan un mayor interés difieren entre los distintos colectivos: socios, gerentes y miembros del consejo rector. Los socios priorizan la formación en técnicas de cultivo, gestión empresarial de sus explotaciones, calidad y seguridad alimentaria; los gerentes en control de costes, gestión de subvenciones y contabilidad y gestión financiera; y los miembros del consejo rector sobre gobierno corporativo, dirección estratégica y responsabilidad social. Los resultados también indican que la formación que requieren las cooperativas ha de impartirse de forma intensiva y entre campañas, por expertos externos, en la cooperativa y adaptada al sector productivo de la entidad.
El trabajo, realizado con el apoyo económico y técnico de la Cátedra Cajamar-UPCT, ha contado con la ayuda financiera de la Dirección General de Relaciones Laborales y Economía Social de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, y con la colaboración técnica de Cooperativas Agro-Alimentarias de España.