La V edición del ‘Día del Frutero’ reivindica la importancia de estos profesionales
La quinta edición del ‘Día del Frutero’, impulsada por la Asociación de Productores Hortofrutícolas de Val Venosta (VI.P – Manzanas Val Venosta), se ha presentado con el apoyo de las instituciones y de las principales asociaciones profesionales del sector.
Esta jornada se celebra el 6 de febrero, coincidiendo con la onomástica de la patrona de estos profesionales, Santa Dorotea. Y trata de poner el foco en un sector que rara vez recibe atención mediática, pero que resulta imprescindible en la cadena de transmisión del campo a la despensa, ofreciendo a los consumidores frutas frescas cada mañana.
Cambios de hábitos
Según los últimos datos anuales oficiales (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), los españoles consumieron en 2018 4.142.568 toneladas de fruta fresca. Son un 1,8% menos respecto al año anterior, confirmando una tendencia a la baja sostenida desde hace una década.
No obstante, aumentaron el gasto: de media, cada persona ha incrementado un 3,6% la cantidad invertida en la adquisición de estos alimentos, llegando a los 139,44 €. A la hora de escoger dónde hacer sus compras de fruta fresca, persiste el abandono de las tiendas tradicionales, que pierden un 6,5% de su volumen de negocio frente a los supermercados y autoservicios, que lo incrementan un 5,1%.
En cuanto al perfil demográfico, los hogares con mayor adquisición de frutas frescas son los de parejas adultas sin hijos y jubilados, que casi duplican la media per cápita, alcanzando los 174 kg por persona y año.
Otro factor clave son los ingresos, los hogares de clase alta y media alta consumen un 17% más de estos alimentos. Y, a nivel geográfico Galicia, País Vasco y León son las comunidades autónomas que más fruta fresca compran frente a La Rioja o la Comunidad Valenciana, las que menos adquieren.
Todos estos indicadores están estrechamente relacionados con factores como la disminución de la población o la transformación del perfil de los hogares, aumentando los unipersonales. También varía el patrón nutricional: se simplifican los menús, incrementa la ingesta de productos preparados y se abandonan progresivamente las pautas de la dieta mediterránea. Algo que, entre otras causas, está provocando que en los últimos 20 años se haya duplicado la tasa de obesidad.
Así pues, el descenso del consumo de frutas frescas no sólo tiene una incidencia directa en la salud, también tiene efectos económicos en un sector que genera en torno a 160.000 empleos directos e indirectos en España.
Día del Frutero
En la presentación de la V edición del ‘Día del Frutero’, desde Subdirección General de Apoyo a la Competitividad del Pequeño Comercio del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Belén Mesa ha subrayado la necesidad de incentivar la compra de proximidad, que tradicionalmente ha caracterizado el acceso a estos alimentos.
Mientras que Concepción Díaz de Villegas, de la Dirección General de Comercio y Mercados del Ayuntamiento de Madrid ha puesto en valor la extensa red de establecimientos que abastecen diariamente a los ciudadanos. Unos comercios a los que surten los mayoristas de los mercas diseminados en todo el territorio nacional, representados por Santiago Blázquez, gerente de COEMFE (Confederación Nacional de Empresarios Mayoristas de Frutas y Verduras de España).
Javier Iglesias, presidente de ADEFRUTA (Asociación de Empresarios Detallistas de Frutas y Hortalizas de Madrid), ha destacado la profesionalidad de los vendedores de mercados y tiendas de barrio, que actúan como prescriptores, escogiendo el mejor género y aconsejando a sus clientes.
Una valía que también ha reivindicado VI.P – Manzanas Val Venosta. La Asociación de Productores Hortofrutícolas está presente en el mercado español desde hace casi dos décadas, impulsando iniciativas como esta celebración del ‘Día del Frutero’ o los Premios Golden Gold, que reconocen a los mejores fruteros del país. Desde un enclave privilegiado para el cultivo de manzanas de alta montaña, en los Alpes Italianos, con un especial microclima y más de 1.700 agricultores apasionados por su trabajo, desarrollan su actividad primando la sostenibilidad, calidad y servicio. Tres pilares que hacen de Val Venosta ‘el paraíso de las manzanas’ y que los consolidan como uno de los mayores productores de esta fruta en Europa.