LA UNIÓ denuncia que los supermercados tienen cítricos importados sin la calidad exigida en la UE
La Unió Llauradora ha detectado de nuevo que los supermercados e hipermercados de la Comunitat Valenciana tienen más materias activas de pesticidas en cítricos importados de terceros países de las aconsejables, lo que revela que no cumplen con los mismos estándares de calidad que los que se exigen en la Unión Europea y por tanto son menos sostenibles desde el punto de vista medioambiental que los nuestros.
La organización agraria ha comprado de nuevo en varios de los supermercados e hipermercados con mayor implantación en la Comunitat Valenciana cítricos procedentes de terceros países -que son los que actualmente se pueden encontrar de forma generalizada- y los ha llevado a analizar a un laboratorio homologado de la Comunitat Valenciana.
El 60% de los lotes analizados con cítricos importados posee más residuos de materias activas de las recomendadas por las cadenas de distribución para los cítricos valencianos, pues se han descubierto hasta 9 de ellas cuando la distribución europea no permite que haya más de 5 (la media suele ser de 3) e incluso algunas de ellas tienen una “lista negra” de pesticidas que no pueden aparecer en ningún caso.
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, señala que “al parecer lo que nos exigen a nosotros es mucho más estricto que lo que se les pide a los productores de otras partes del mundo. Me da la sensación de que los supermercados utilizan una vara de medir diferente en función de la procedencia del producto y para nosotros siempre resulta mucho más exigente”.
LA UNIÓ reconoce que la cantidad de materias activas prohibidas en la UE se ha reducido en esta ocasión respecto a las analíticas realizadas en años anteriores, fruto en buena parte de la presión ejercida, pero todavía es insuficiente. Peris indica que “ya no es suficiente si la materia activa está autorizada o no, sino que también tenemos que entrar, por temas de competitividad y seguridad alimentaria, en los aspectos de su uso. Nosotros tenemos unas restricciones a la hora de aplicar ciertas materias activas autorizadas en producciones o momentos de aplicación que al parecer no lo cumplen otros países ni supermercados que no son tan exigentes ni con la salud humana ni con el medio ambiente. Si es malo en un lugar lo es también en otro”.
En las detecciones de productos importados de este año se ha encontrado Piraclostrabina en analíticas de naranjas, una materia activa autorizada en la UE, pero solo para mandarinas sensible a la alternaria. Por lo tanto, es un producto autorizado, pero mal usado. Tiene efectos sobre la reproducción que afectan a la salud humana y es muy tóxica para los organismos acuáticos. También se ha descubierto en las muestras la Azoxistrobina que no está autorizada para los cítricos en la UE y que resulta muy tóxica para los organismos acuáticos.
LA UNIÓ reitera la necesidad de establecer la reciprocidad en los estándares de producción y uso de productos de fitosanitarios. “Nosotros cultivamos con las normas más estrictas a nivel mundial, mientras otros ni son tan sostenibles ni seguros”, dice Carles Peris. “No podemos consentir que entren cítricos importados de países terceros con materias activas cuyo uso tenemos prohibido en la Unión Europea”, insiste Peris.
La organización insta así mismo a las empresas importadoras -la mayor parte de ellas de gran prestigio en el sector citrícola- y a las cadenas de distribución a que rechacen aquellos cítricos de sus proveedores que contengan materias activas de pesticidas que no se pueden emplear en el ámbito de la Unión Europea. Tanto los importadores como la distribución darían muestra de sensibilidad hacia los agricultores valencianos, pero sobre todo ante los consumidores. “Los supermercados e hipermercados deberían preocuparse más de que los consumidores compren con las mismas garantías y estándares de producción”, afirma Peris. LA UNIÓ pide también a las cadenas de distribución que apuesten por producto de proximidad una vez ya iniciada la campaña de aquí, “porque se garantiza más calidad y mayor seguridad alimentaria que en la de fuera”.
LA UNIÓ insiste otra vez en que con unas simples analíticas de un laboratorio homologado se descubre de forma fácil la presencia de sustancias activas prohibidas aquí o mal empleadas, “mientras que ni en frontera las autoridades europeas o las de los Estados miembros se dan cuenta o no se quieren dar, lo que demuestra falta de inspección y el coladero que hay, así como tampoco se detecta en los controles internos de importadores y supermercados e hipermercados”.