La rentabilidad del olivar mundial pasa por adoptar los sistemas intensivos en seto
Tres cuartas partes del olivar mundial se cultiva según métodos tradicionales. Solo el 26% de la superficie de este cultivo se maneja en sistemas intensivos, con los que aumenta la producción de aceite de oliva. Son algunas de las conclusiones de un estudio internacional sobre costes de producción de aceite de oliva realizado por el COI y coordinado por AEMO y GEA Westfalia Separator Ibérica. El informe confirma diferencias muy importantes entre los costes de unos países y otros. El rendimiento graso es mayor en los países del Sur del Mediterráneo y se reduce drásticamente en los países latinoamericanos. La cosecha mundial para la campaña 2015-2016 se situará entre las 2,6 y 2,9 millones de toneladas. El mayor productor mundial, España se acercará a 1,3 millones de toneladas. Argentina aumentará su producción hasta 25.000 toneladas, detrás está Chile (16.000 t), Estados Unidos (6.000 t), Perú (3.500 t) y con 2.000 toneladas Uruguay.
La cosecha de aceituna de almazara está a pleno rendimiento en el hemisferio norte. En la mayoría de países luce un tiempo seco y soleado, en pleno invierno. “Estas circunstancias han provocado que la maduración de los frutos se adelante y que, cuando todavía no ha llegado el invierno, muchas explotaciones olivareras hayan terminado ya la recogida frente a otras campañas largas que concluían en los meses de enero o febrero”, dicen Cooperativas Agro-alimentarias de España, país que es el mayor productor mundial: potencialmente puede alcanzar máximos de 1,8 millones de toneladas, según el Consejo Oleícola Internacional (COI).
Ya se han cumplido dos meses desde que comenzara la campaña de aceite de oliva 2015-2016, y en la zona olivarera más importante en superficie y producción como es Andalucía, los cooperativistas resaltan una campaña atípica, “fundamentalmente por las condiciones climáticas que están caracterizando este final de otoño y casi comienzo de invierno, de extrema sequedad y temperaturas primaverales, en torno a los 20 grados durante el día”, según Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.
A falta de datos definitivos de qué traerá la campaña de aceite de oliva en España, el balance de la situación del olivar en sus distintas zonas productoras que realizó Cooperativas, que refleja una producción de aceite de oliva que serán aproximadamente 1.240.000 toneladas. El potencial de aceite ha mermado por los condicionantes climatológicos. La cosecha anterior fue de 835.000 toneladas. En Andalucía está prevista una cosecha superior al millón de toneladas, (+ 56,5%). Se trataría por tanto de una cosecha en torno a la media de los últimos seis años, según Cooperativas Agro-alimentarias. La segunda región productora, Castilla-La Mancha, prevé producir 60.000 toneladas (+17,5%).
Producción mundial de aceite de oliva
A nivel global, la campaña 2015-2016 tendrá una producción de 2,6 millones de toneladas, según el aforo del Grupo GEA, que ha registrado en base a datos procedentes de 500 entidades procedentes de los 47 países de los cinco continentes que producen actualmente aceite de oliva. Italia ocupará en el segundo escalón del ranking de producción, con 330.000 toneladas (+50%); después se situaría Grecia, con un descenso en torno al 17%, quedándose en 240.000 toneladas, y Turquía, que reduciría su producción hasta 165.000 toneladas.
Argentina aumenta su producción
El pronóstico del COI es de “una campaña superior a la anterior en un +22%, la cifra de la producción mundial rondará los 2.988.500 toneladas, lo que la situará a media distancia entre la última y de la penúltima campaña”. Los países miembros del COI alcanzarán una producción total de 2,9 millones de toneladas, de las que los países productores europeos totalizan unos 2 millones (+43%). Tras España (1,3 millones de toneladas), está Italia con 350.000 toneladas, Grecia (300.000 t) y Portugal (82.000 t).
Entre el resto de países productores de aceite de oliva, miembros del COI, habrá descensos de producción, como Turquía -143.000 t- (-16%), Túnez, con 140.000 t (-59%) o Líbano, con 20.000 t (-5%), pero también aumentos como el que registrará Argentina, con 25.000 toneladas producidas. Curiosamente, para un país en guerra como Siria, el COI estima aumentos de producción para alcanzar 215 000 toneladas. Marruecos tendrá 130.000 toneladas.
Para el resto de América Latina, se prevén 16.000 toneladas en Chile, 6.000 toneladas en Estados Unidos, 3.500 toneladas en Perú y 2.000 toneladas en Uruguay, según un estudio de la empresa GEA Westfalia.
Mercado mundial estable
El comercio de aceites de oliva y de aceite de orujo de oliva al cierre de la campaña 2014-2015 (octubre 2014 – septiembre 2015) muestra un aumento del 10% en Japón, con un fuerte incremento de las importaciones a partir de marzo 2015, según el COI. En Estados Unidos y en China permanecen estables, sin embargo, disminuyen – 33% en Rusia, -21% en Australia; -8% en Brasil y -7% Canadá. En los once primeros meses de la actual campaña las adquisiciones Intra-UE disminuyen -2% mientras que las importaciones Extra-UE aumentaron fuertemente +311% respecto al mismo periodo de la campaña anterior.
La necesidad de modelos intensivos
Más del 70% del olivar mundial no es rentable a precios inferiores a 2,2 euros por kilo en origen, según el estudio internacional sobre costes de producción de aceite de oliva realizado por el COI y coordinado por María Isabel Gómez, jefa del Departamento de Estadística del COI, José María Penco, director de proyectos de AEMO y Juan Vilar, presidente de GEA Westfalia Separator Ibérica.
El estudio ha analizado datos procedentes de los 15 principales países productores de aceite de oliva miembros del COI, en los que se han identificado siete sistemas de cultivo de olivar, cuatro tradicionales y tres de mayor intensidad, diferenciando entre secano y regadío, alta y moderada pendiente y según la densidad de plantación y se han estudiado los costes de producción de cada uno de ellos. El informe señala que el 74% de la superficie mundial de olivar se cultiva mediante sistemas tradicionales y el 26% en sistemas intensivos.
Una de las principales conclusiones es que el precio medio aritmético de producción de un kilo de aceite en el mundo asciende a 2,78 euros. Si consideramos el peso en superficie de los diferentes países que han participado en el estudio, entonces el precio medio ponderado de obtención de un kilo de aceite en el mundo ha resultado ser de 2,63 euros por kilo. De este coste medio, 2,33 euros corresponden a gastos de campo y 0,45 euros a costes de transporte y molturación. Sin embargo, el estudio ha detectado grandes diferencias en los costes de cultivo entre los diferentes países productores y entre los diversos sistemas de cultivo. Los países con costes medios ponderados sensiblemente por encima de la media son, en este orden, Irán, Líbano, Argelia, Uruguay, Italia e Israel. Los países con costes medios ponderados por debajo de la media son Marruecos, Túnez y Turquía. La diferencia de costes entre países es muy alta, siendo el precio medio más alto en Irán (6,26 euros por kilo) y el más bajo en Turquía (1,93 euros por kilo).
En general, los países donde resultan más favorables los costes de obtención de un kilo de aceite de oliva son los mediterráneos del Norte de África, concretamente Marruecos y Túnez, además de Turquía. Por ello, es de esperar que en los próximos años crezca el cultivo del olivo en estas zonas, bien a través de capital propio o exterior. Además, el informe constata que existen diferencias muy importantes entre los costes de unos países y otros, aún manteniéndose en el mismo sistema de cultivo, debido principalmente al distinto manejo del cultivo del olivo y el distinto grado de mecanización. Por tanto, existe margen amplio para disminuir costes en aquellos países con peores números, lo que podría lograrse a través de la transferencia tecnológica y de conocimiento, y con la formación continua.
La producción media de aceite de oliva a nivel mundial es de 816 kilos por hectárea, y los países con mayor producción unitaria son Israel, Albania y Argelia, mientras que los menos productivos son Italia, Irán, Marruecos y Túnez. La producción de aceite de oliva por hectárea se incrementa lógicamente con los sistemas intensivos y de riego, de forma que el abanico pasa de los 370 kilos por hectárea del olivar tradicional en alta pendiente de secano a los 1.579 kilos por hectárea del olivar superintensivo de regadío. Además, el rendimiento graso es mayor en los países del Sur del Mediterráneo, reduciéndose drásticamente en los países suramericanos.
Recomendaciones
En función de los resultados obtenidos, el estudio realiza una serie de recomendaciones encaminadas a mejorar la rentabilidad del olivar a nivel internacional. Es necesario fomentar la conversión del olivar hacia sistemas de cultivo más intensivos allá donde la orografía y demás circunstancias lo permitan, según explica Juan Vilar. Igualmente, señala que es fundamental usar la promoción como estrategia de expansión de demanda internacional. Por su parte José María Penco, aboga por potenciar la calidad de los aceites y transmitirlo al consumidor, haciéndole comprender que nos encontramos ante un producto de alto valor organoléptico, gastronómico y saludable, además será necesario optimizar las tareas de cultivo, vía mecanización, allá donde sea posible y por último sacar un mayor rendimiento a la utilización de los subproductos del olivar, vía investigación, fuente de ingresos que cada día podría tener más importancia.
Fuente: COI, Cooperativas Agro-alimentarias, AEMO, GEA Westfalia Separator Ibérica