La mezcla de los herbicidas glifosato y 2,4-D produce un menor impacto ambiental
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba evalúa la mezcla comercial formulada en laboratorio y la mezcla en tanque de dos herbicidas para determinar qué método es más eficaz desde un punto de vista de control de malezas e impacto medioambiental.
En 2017 la empresa Nufarm Europa propuso a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (ETSIAM) de la UCO una investigación sobre el comportamiento de dos productos con un importante impacto agronómico: los herbicidas glifosato y 2,4-D (auxina sintética). Después de tres años de investigación, concluyen que la mezcla comercial realizada en los laboratorios de la empresa es más eficaz que las mezclas manuales realizadas en tanque.
Para ello, han utilizado técnicas in vivo (ensayos con plantas en invernadero) e in vitro (ensayos bioquímicos) en dos plantas diferentes que son de hoja ancha y de difícil control por su resistencia y tolerancia natural a glifosato. En este sentido, han sido analizadas Conyzacanadensis y Epilobiumciliatum, recolectadas en olivar español y chileno, respectivamente. “El objetivo era determinar la eficacia de la mezcla formulada y la mezcla en tanque de estos dos componentes con respecto al control de malezas, impacto medioambiental y costo de aplicación”, expone el Catedrático de la UCO Rafael De Prado.
El glifosato y el 2,4-D son dos herbicidas muy utilizados para combatir las malas hierbas de hoja ancha y gramíneas indeseables en el campo. El glifosato se caracteriza por su fuerte absorción al suelo, rápida biodegradación y menor toxicidad. Asimismo, su predominio en el mercado mundial de plaguicidas es mayormente atribuido a cultivos como la colza, algodón, maíz y soja, especialmente en aquellos del hemisferio occidental y en la Europa Mediterránea en cultivos perennes (olivar, viña, almendro).En esta línea, el estudio de la Universidad de Córdoba que la mezcla comercial formulada en laboratorios de los herbicidas glifosato y2,4-Des más eficaz y genera un impacto medioambiental menor que la mezcla manual en tanque por personas, en ocasiones, no lo suficientemente cualificadas.
El proyecto se desarrolló tanto en campo con la ayuda de la Universidad Autónoma de Chapingo (México), Universidad Federal de Sao Carlos (Brasil), Chacra Experimental Integrada Barrow (MAIBA-INTA, Argentina) y la ETSIAM, en donde se realizaron los estudios de laboratorio. El equipo de investigación de la UCO, junto con las tres universidades latinoamericanas ha deducido que se podría reducir riesgos ambientales, económicos y aumentar la eficacia de control de estas malezas de difícil control con glifosato entre un 10 y 20%.