La mala climatología y la fauna salvaje, enemigos del almendro
La mala climatología de los últimos meses y la incidencia de la fauna salvaje al parar la actividad cinegética podría suponer un incremento en los costes de producción del almendro.
LA UNIÓ de Llauradors indica que el aumento de los costes de producción debido a la mala climatología de los últimos meses y la incidencia de la fauna salvaje, junto a una caída en los precios, amenazan la próxima cosecha de la almendra en la Comunitat Valenciana y provoca la preocupación entre los productores que vivían últimamente campañas de estabilidad. La subida de costes de producción podría ser incluso entre el 20-25% superior a años anteriores.
Al igual que en otros cultivos, el clima irregular ha afectado a los almendros. El exceso de humedad y las lluvias continuadas de la primavera han incrementado considerablemente las dolencias fúngicas que provocan defoliación y caída de fruta. La monilia, el fusicocium, la lepra, la mancha ocre o el cribado de la almendra están presentes en muchas explotaciones y los tratamientos tienen que ser más frecuentes que los habituales en otros años. Este incremento de tratamientos, muchas veces pospuestos por las continuas lluvias o por la imposibilidad de acceder a la finca ante la humedad del terreno, supondrá ese considerable aumento de los costes de producción.
Aunque resulta un poco prematuro efectuar una estimación de la producción de almendro para esta campaña, la experiencia indica que en las plantaciones tradicionales será inferior a la campaña pasada, aunque el porcentaje variará en función de la mayor o menor incidencia de los aspectos mencionados y también podrá influir la fuerte caída de hoja en muchas parcelas donde los tratamientos o no se hacen o se retrasan en exceso.
La fauna salvaje también es otro de los problemas que más preocupan a los agricultores de almendro. La paralización de la actividad cinegética por la crisis sanitaria del Covid-19 ha provocado un mayor aumento de la población con destrozo del cultivo y graves pérdidas en la producción no sólo para esta campaña sino para las siguientes. El sector pide que se vuelva a cazar con normalidad, sin complicaciones burocráticas, para evitar al menos minimizar este tipo de daños.
Otra de las preocupaciones para los productores de almendro son las cotizaciones de las distintas lonjas. Con la crisis del Covid-19 la lonja de Reus, referente en el ámbito estatal, lleva sin presentar cotizaciones desde el pasado 9 de marzo; la de Albacete ha estado cinco semanas cerrada y la de Murcia es la única que sólo ha cerrado dos semanas. Las cotizaciones de la almendra común en las lonjas de Albacete y Murcia, durante la semana del 23 de abril, han sido de 4,80 €/kg y 4,95 €/kg, respectivamente, lo que significa un descenso del 8,3% y 6,3% en relación al principio de la declaración del estado de alarma. La lonja de Reus además, tras cerrar en anteriores ocasiones, siempre ha reflejado posteriormente una caída de precios de más del 10%.
LA UNIÓ espera que “nadie tenga la tentación de aprovechar esta situación de crisis, donde la solidaridad es el único valor que tenemos, para provocar artificialmente una caída de precio en origen del almendro” y por ello “pedimos que la Administración vigile y controle cualquier anomalía que repercuta en un descenso del precio de las almendras”.