La fruta de hueso española inicia campaña con una menor competencia europea
Andalucía y Murcia empiezan con una semana de retraso la recogida de los primeros albaricoques en una campaña de fruta de hueso que se presenta con menos producción, sobre todo en el Valle del Ebro, pero de calidad, y con una competencia inferior por las heladas en los campos de Francia e Italia.
Hace menos de una semana responsables del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) se reunían con los de las principales organizaciones de productores para hacer balance de la situación del sector de fruta dulce tras la campaña 2020 y para ver las perspectivas para este ejercicio.
El MAPA partía en su análisis de una campaña 2020 más corta que la de años anteriores (1,68 millones de toneladas en total de albaricoque, melocotón, nectarina, ciruela y cereza), por debajo de los 1,96 millones de 2019, los 1,88 millones de 2018 o los 2,24 millones de 2017, año este último que el sector quiere olvidar por los precios bajos que percibió.
En 2020, Aragón fue la primera región productora (442.596 toneladas), seguida de Murcia (383.294 t), Cataluña (364.877 t), Extremadura (207.334 t), Andalucía (100.055 t), Comunidad Valenciana (64.243 t), Castilla-La Mancha (57.405 t) y el resto de comunidades autónomas, que en total sumaron 61.507 toneladas. Si la campaña 2020 se caracterizó por “una reducción importante de la superficie de cultivo”, una “menor producción por el pedrisco” pero un “récord del valor de las exportaciones”, las perspectivas de la de 2021 estará marcada, según el MAPA, por otro recorte del volumen producido tras las “heladas de San José” en España.
Y también -precisan desde Agricultura-, por las consecuencias de las “heladas en Francia e Italia” y por la “apertura, de nuevo, del mercado brasileño para la ciruela”, país al que en 2020 España exportó 4.590 toneladas.
Fuentes de Cooperativas Agro-alimentarias coinciden con este análisis al explicar que las heladas del puente de San José sobre todo han afectado a las producciones del Valle del Ebro (Huesca y Lleida) -38.000 hectáreas dañadas, según Agroseguro-, pero donde los daños han sido “dramáticos” es en Italia y Francia. Allí, la “brusca bajada de temperaturas” durante la primera quincena de abril, cuando la fruta estaba ya en un “estado vegetativo muy avanzado”, provocará que “la campaña de fruta de hueso europea se desarrolle muy ligera de volumen”, añaden.
El Gobierno de Francia declaró el “estado de calamidad climatológica” tras la ola de frío iniciada el 5 de abril que afectó a la fruta de hueso del Valle del Ródano, donde los siniestros en frutales llegan al 90% de una producción normal; el mismo temporal azotó regiones italianas como la Toscana, Piamonte y Lazio con daños medios de hasta el 80 % de frutas, recuerdan desde AVA-Asaja.
En la federación hortofrutícola Fepex, Joaquín Gómez -presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y otros Productos Agrarios (Apoexpa)- indica que en Murcia, donde empezarán a coger fruta a finales de esta semana, se espera también una merma del 40 % menos de albaricoque, aunque avanza que “la calidad va a ser buena”. “A pesar de todo, las cantidades serán suficientes para hacer frente al consumo”, vaticina Gómez, quien también califica de “normal” la previsión para las producciones extremeñas.
La COAG, por su parte, estima, además de un 60 % menos de volumen en los cultivos de albaricoque temprano en Murcia, con daños en variedades que llegarán en mayo de paraguayo, melocotón y nectarina, una merma en Aragón y Cataluña, que puede alcanzar hasta el 50 % en el Bajo Cinca, Baix Segre y Segrià respecto a 2020.
Esta organización espera una campaña con “mejores precios en el campo y menor demanda de mano de obra”, y ha pedido a las distintas administraciones implicadas que coordinen los flujos de personas que buscan trabajo en el sector.
En la Comunidad Valenciana, la asociación AVA-Asaja prevé una cosecha de melocotón, nectarina, ciruelo y níspero de “excelente calidad, con suficiente calibre y sin mermas generalizadas de producción”, a diferencia de lo ocurrido en la última campaña cuando las adversidades climáticas descendieron en un 30 % el volumen comercial. Esta situación hace prever, según AVA-Asaja, que las condiciones objetivas de mercado, especialmente la menor oferta nacional y europea, favorezcan la obtención de “precios justos para todos los eslabones de la cadena, sin necesidad de sacrificar al productor como viene sucediendo”.