La cesta de la compra, más pequeña pero más cara
Ésta es la principal conclusión del informe anual sobre gran consumo -que analiza el gasto realizado en supermercados, hipermercados y comercio tradicional– elaborado por la consultora Nielsen, y que augura una fuerte desaceleración de cara a 2020 en el gasto, que repuntará según sus cálculos un 1,5 %.
“Hace cinco años no era así, ahora en España estamos dispuestos a pagar más”, ha explicado la responsable de Nielsen Celia Rodríguez. De acuerdo con sus datos, en volumen las ventas cayeron un 0,3 %, mientras que los precios crecieron un 2,7 %.
El gasto en gran consumo en España ascendió a 89.000 millones de euros en 2019, lo que supone una subida del 2,4 % respecto al año anterior, un aumento sustentado en cestas de la compra cada vez más pequeñas pero más caras por contener productos de mayor valor añadido.
Más que la inflación, el aumento del gasto está vinculado con una cesta de la compra más “premium” y con referencias de mayor valor añadido, lo que se refleja en un aumento expresivo de las ventas de platos preparados, de cervezas especiales, de panes de molde con semillas o de productos de perfumería e higiene, entre otros.
No obstante, la inflación sí ha afectado a la demanda de productos frescos y ha “limitado” su crecimiento; de hecho, las ventas en volumen de pescado y marisco se han desplomado casi un 5 %, afectadas por la “mala fama” del anisakis y la polémica con el mercurio, aunque compensadas en parte por el incremento registrado en congelado.Además, las de fruta y verdura también han retrocedido entre un 3 y un 4 %.
Por el contrario, los productos envasados se consumen cada vez más, con un crecimiento especialmente expresivo en las estaciones de servicio, un canal donde el gasto subió un 8 % en 2019 y que se ha visto impulsado por las alianzas surgidas entre gasolineras y cadenas de supermercados.
Una característica del mercado español es que el consumidor opta por cestas de la compra cada vez más pequeñas pero acude con más asiduidad al supermercado, un formato “de proximidad” que supone ya tres cuartas partes de todas las ventas y que evoluciona al alza (+3,3 %) debido a la importancia que adquiere la cercanía cuando el 55 % de la población dice tener “menos tiempo” que antes.
Estas cifras contrastan con la caída de compra en el comercio tradicional (-2,5 %) y el estancamiento del hipermercado (+0,3 %).
Desde Nielsen han destacado la pujanza del segmento especializado en el cuidado de las mascotas, ya que el 42 % de los hogares tienen perro o gato; el gasto en las tiendas especializadas -sobre todo en comida- se disparó un 12 % y ya representa una quinta parte de todo el mercado.
Las nuevas tendencias
En cuanto a las tendencias, la consultora detecta que los españoles están más dispuestos que la media europea a probar nuevas enseñas, también les gusta más experimentar nuevos productos y son menos fieles a las marcas.
Por encima de todos, el cambio cultural que más afecta al sector es la apuesta por salir menos y consumir más en casa, un fenómeno (“cocooning” en inglés) que ha provocado que los españoles hagan ya de media casi seis comidas al mes con platos que no salen de sus fogones, sino que proceden de las áreas de comida lista para llevar de los supermercados o del envío a domicilio de restaurantes.
“Esta tendencia está muy vinculada a la incorporación de la tecnología a nuestro día a día”, han precisado desde Nielsen en alusión a operadores de reparto como Just Eat, Glovo o Deliveroo, entre otras aplicaciones digitales.
Las cifras de la hostelería confirman esta moda, con cerca de 2.000 cierres en 2019 según los datos de la consultora, un retroceso que se concentra sobre todo entre los bares de copas y discotecas y que se refleja igualmente en un descenso del consumo de bebidas en este canal.