Kimitec investiga una solución natural para Fuego Bacteriano
La Unión Europea ha seleccionado Kimitec y a su centro de investigación el MAAVi Innovation Center para desarrollar PhageFire, un biopesticida natural para prevenir y tratar fuego bacteriano.
Una enfermedad causada por la destructora bacteria Erwinia amylovora que afecta a diferentes especies de plantas dentro de la familia Rosaceae, siendo las de mayor importancia agrícola las pertenecientes al grupo de los frutales de pepita como el manzano, el peral, el membrillero o el níspero.
Fuego bacteriano es una de las enfermedades más graves que pueden padecer los frutales de pepita. Considerada “de cuarentena” en la Unión Europea, aunque originaria de Estados Unidos, sus principales focos se encuentran en Norteamérica, casi toda Europa, Oriente Medio, el norte de África y Nueva Zelanda.
Esta enfermedad no tiene cura y, hasta la fecha, tampoco existen productos plenamente eficaces (ni de síntesis química, ni naturales) para controlar las infecciones por Erwinia amylovora. Una situación crítica ya que, un solo brote grave de esta bacteria puede llegar a interrumpir la producción de una zona concreta durante varios años.
Para Phil Irwin, agricultor norteamericano de la corriente regenerativa, y asesor de 30 mil hectáreas de pera y manzana, en varios estados al noroeste del país: “el principal problema de esta enfermedad es que nos obliga a arrancar una gran parte del árbol para salvarlo, en algunos casos hasta el 30%, perdiendo parte de su productividad que tardará varios años en recuperar”.
En concreto, en Washington y Oregón, los estados que aglutinan la mayor concentración de hectáreas dedicadas a frutales de pepita del país, la enfermedad causa problemas muy graves, llegando a afectar, uno de cada tres años, al 100% de los perales y al 17% de los manzanos.
Al norte de Italia, Gianfranco Pradolesi, asesor técnico de 3 mil hectáreas de peral y manzano en la región Emilia Romagna, advierte que en su zona el problema está cada vez más presente en las plantaciones jóvenes de peral: – “por las que Erwinia amylovora siente especial predilección”-, “cuando fuego bacteriano se detecta en una plantación joven, el problema se repetirá cada año, llegando a perderse, en cada cosecha, hasta el 10% de la producción”.
Tan sólo, en el viejo continente, el sector de la fruta de pepita fue, en 2018, la segunda industria hortícola más importante y representó más del 17% de la producción mundial de estos frutales.
En Polonia, gran país productor de frutales de pepita, Robert Sas, investigador en el Instituto de Pomología Aplicada de Polonia (IPSAD), comenta “a pesar de llevar cuatro o cinco años sin apenas incidencia de fuego bacteriano, cuando se dan las condiciones ideales para su desarrollo, esta sigue siendo una enfermedad muy peligrosa que nos mantiene constantemente alerta”.
Durante las epidemias de fuego bacteriano, los gastos de erradicación, inspección, pérdidas de fruta y tratamiento químico que asumen los agricultores llegan a ascender a más de los 110 millones de dólares anuales en Estados Unidos. No obstante, el mayor problema de esta enfermedad, la pérdida de productividad, no está cuantificado. Una problemática con un alto impacto global cuya solución será estratégica para la UE donde la producción de frutales de pepita tiene un valor de unos 22.800 millones de euros al año.
Con el proyecto H2020, PhageFire, Kimitec quiere desarrollar el primer biopesticida para tratar fuego bacteriano basado en fagos. Los fagos son la forma de vida más abundante en la naturaleza y los enemigos naturales de las bacterias. Cien veces más pequeños que éstas, son los responsables de controlar a los microrganismos perjudiciales de forma natural: cada 48 horas reemplazan el 50% de la población bacteriana global, y sólo el intestino humano contiene mil billones de fagos, que también abundan en los alimentos, la piel, el intestino y los cultivos.
En palabras de Félix García, CEO de la compañía: “con la finalidad de seguir aportando herramientas libres de síntesis química nos hemos basado en el avanzado desarrollo actual de los cócteles de fagos y en sus exitosos resultados, con el objetivo de desarrollar y comercializar, PhageFire, el primer biopesticida basado en fagos que proporcionará una prevención y un tratamiento eficaz contra las infecciones por Erwinia amylovora en cultivos de la familia de las rosáceas”.
En agosto de 2020, comienza una trayectoria de investigación que durará, aproximadamente, unos tres años. Un apasionante viaje que Kimitec recorrerá junto a sus socios en el proyecto PhageFire: la asociación de productores Peras del Rincón de Soto, de La Rioja, España; el centro de biotecnología especializado en producción, autorización y comercialización de plaguicidas en base a fagos Enviroinvest de Hungría y, ZHAW, el centro de investigación, de primer orden, en fagoterapia, perteneciente a la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich, Suiza.
Juntos, se han propuesto desarrollar una solución integrada, basada en fagos, que permita a los agricultores de frutales de pepita controlar eficazmente las infecciones por Erwinia amylovora, reduciendo sus pérdidas productivas, apoyando su actividad, y preservando el tejido social, económico y el paisaje rural de las zonas rurales vinculadas a la producción de estos frutales.
Un proyecto de investigación y colaboración con un presupuesto de 3,9 millones de euros en el que la biotecnológica pondrá su método de investigación propio, el Lean Research Process, su adaptación del método farmacéutico, y su amplia experiencia en el escalado industrial de formulaciones naturales, al servicio del desarrollo de este formulado.
Una solución, con un potencial escalable de los fagos, que permitirá a su centro de investigación, el MAAVi Innovation Center, apuntar hacia nuevos horizontes en la protección de las enfermedades de las plantas.