Huelva presume de producir un arándano de calidad
La V Jornada Técnica del Cultivo del Arándano, organizada este miércoles por la Delegación de Huelva del Colegio Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental (COITAND) ha puesto de manifiesto, entre otras consideraciones, la «calidad diferencial superior» del arándano cultivado en Huelva respecto a otras zonas del mundo gracias a las particulares condiciones agroclimáticas de la tierra onubense.
De carácter eminentemente formativo, esta jornada ha reunido en el Aula Magna del Edificio Álvaro Alonso Barba del Campus Universitario de la Rábida a especialistas e investigadores de primer nivel y a 300 profesionales de perfil técnico vinculados a este cultivo. El encuentro ha servido para abordar un amplio abanico de asuntos de interés, como el de la comercialización y la evolución de otras zonas productoras que compiten directamente con la oferta de Huelva (caso de Marruecos, Italia y Portugal) o el desarrollo futuro de nuevas variedades que aumenten la precocidad del fruto. Sin olvidar otros asuntos novedosos como la aplicación de tecnología electroestática al cultivo del arándano, una apuesta por la sostenibilidad que permite incrementar la efectividad de los tratamientos fitosanitarios reduciendo costes, horas de trabajo y volumen de aplicaciones, como ha destacado en la presentación de la jornada el delegado del COITAND en Huelva, Julio Volante.
El alcalde de Palos de la Frontera, Carmelo Romero, ha presidido la mesa inaugural de esta jornada, acompañado del delegado territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Huelva, Álvaro Burgos, y del director de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Huelva, Jacinto Mata, amén del ya mencionado delegado del COITAND de Huelva.
La primera de las ponencias de la Jornada ha corrido a cargo del Key Account Manager de la empresa Fall Creek, Juan Antonio Lorenzo Sigüenza, quien exploró la ‘situación actual y tendencias del cultivo del arándano’, «un superalimento –dijo– que está todavía recorriendo sus primeros pasos en el mercado europeo y en gran parte del mundial». Destacó que «los mayores consumos se centran en Norteamérica, pero en esa zona la capacidad de crecimiento es limitada, sin embargo los nuevos mercados presentan un horizonte muy prometedor». En Europa el consumo de este fruto es de 180 gramos por persona y año, cifra que dentro de una década podría situarse en 860 gramos por persona y año. Para aprovechar el verdadero potencial de crecimiento, apostó por «identificar claramente los factores que condicionan la demanda en todos los actores de la cadena de valor: los productores, los consumidores y quienes los ponen en contacto, las cadenas de distribución…». Y subrayó que «el papel de la calidad en este escenario es capital y cada día será más importante, pero la calidad hay que saber transmitirla y tenemos que conseguir que sea estable y sostenible en el tiempo. Sólo de este modo podremos alcanzar el verdadero potencial del consumo de arándano».
Por su parte, el abogado y mediador del Colegio de Abogados de Huelva, Daniel Romero Suárez, ha dedicado su intervención a repasar las ‘buenas prácticas profesionales de asesoramiento’ que deben guiar la actuación de un ingeniero técnico agrícola en el desarrollo de su actividad, tocando temas fundamentales como la necesidad de dar cumplimiento a las obligaciones fiscales y de seguridad social, el modo de contratación de servicios, la necesidad de aseguramiento en cuanto a responsabilidad civil que pueda derivarse de su trabajo, la relación con los compañeros y con los agricultores o la oportunidad que brinda el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Andalucía Occidental (COITAND) para atender y proteger los intereses de los peritos.
En la tercera de las ponencias, a cargo de Rafael Sánchez Trujillo, ingeniero agrónomo del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, se ha abordado la ‘situación legal de productos fitosanitarios para desinfección de suelos en frutos rojos’. En la actualidad, el cultivo del arándano no tiene permitido ningún tipo de desinfectante. «La desinfección de suelos con carácter previo al trasplante de frutos rojos (fresa, frambuesa y mora) es una práctica de cultivo que es necesario implementar cada año, debido a que su monocultivo reiterado provoca la proliferación de nematodos y hongos en las parcelas de cultivo», explicó. «No obstante, dado que la situación legal de las diferentes sustancias activas que se emplean es cuanto menos complicada, resulta imprescindible estudiar todas las alternativas disponibles distintas a los productos fitosanitarios empleados hasta ahora e identificar aquellas prácticas de cultivo que pudieran contribuir a reducir la presencia de patógenos en el suelo».
El ‘uso de quelatos en suelos ligeramente ácidos’ fue el asunto que ha centrado la cuarta ponencia, desarrollada por la profesora del Departamento de Química Agrícola y Bromatología de la Universidad Autónoma de Madrid, Sandra López Royo. La ponente expuso que «si bien el arándano es un cultivo que prefiere suelos ácidos, se trata de una especie poco eficiente en la absorción de hierro, por lo que el establecimiento del cultivo en suelos alcalinos, neutros o incluso ligeramente ácidos puede ocasionar la deficiencia de estos micronutrientes siendo necesaria su corrección a través del uso de fertilizantes». A día de hoy, los fertilizantes a base de quelatos son los más empleados para la corrección de estas deficiencias por su elevada eficacia. En conclusión, señaló, «los quelatos de hierro y de otros micronutrientes son fertilizantes adecuados para la nutrición del arándano, siendo necesario elegir el tipo de quelato en función de las características del medio de cultivo, y el método de aplicación».
En esta Jornada también se ha abordado la ‘eficiencia de tratamientos foliares mediante tecnología electroestática en el cultivo del arándano’, un asunto que ha sido analizado por Luis Urbano Ocaña, licenciado en Química y director ejecutivo de Alborán Soluciones Químicas y Eva Sánchez Rodríguez, gerente de Bisari Agroinovation, SL. Ambos han expuesto que «el arándano es un cultivo que requiere una óptima fertilización para mejorar los rendimientos, para lo cual se utiliza la fertilización foliar. Además, requiere un manejo fitosanitario, debido a la incidencia de enfermedades fúngicas y plagas». Por todo ello, «la optimización de los tratamientos foliares puede ser clave para la mejora de rendimiento de este cultivo». Los ponentes han expuesto los resultados de un ensayo con tecnología de aplicación foliar electroestática cuyo objetivo ha sido estudiar la efectividad de los tratamientos realizados en arándano, analizar el contenido nutricional y la incidencia de enfermedades.
Manuel Jarén Galán y Rocío Rodríguez Arcos, ambos científicos y titulares del Departamento de Fitoquímica de Alimentos del Instituto de la Grasa (CSIC), han puesto sobre la mesa las propiedades saludables de las frutas onubenses con la ponencia «Frutas de Huelva, campo de salud». Ambos han destacado que «las investigaciones científicas sobre el valor nutricional y funcional del arándano han revelado que éste es una buena fuente de nutrientes y micronutrientes básicos (fibra, vitamina C, vitamina K y Mn). Además, el arándano contiene una gran cantidad y variedad de fitoquímicos, principalmente antioxidantes polifenólicos, los cuales le confieren la capacidad de prevenir o ralentizar los procesos oxidativos degenerativos y modificar procesos fisiológicos relacionados con la prevención y mejora de enfermedades».
Los estudios de caracterización química realizados en el Departamento de Fitoquímica del Instituto de la Grasa (CSIC), han revelado que «el arándano azul cultivado en la provincia de Huelva posee una calidad global (organoléptica y nutricional) superior a la de los cultivos de otras muchas zonas del mundo». Esta calidad diferencial representa un magnífico argumento para la promoción de este producto, «cuyos excelentes atributos aún no son lo suficientemente conocidos por muchos de los sectores de nuestra sociedad», concluyeron.
La última de las ponencias ha sido impartida por Humberto Mendoza Bravo, consultor en Nutrición Vegetal, ingeniero agrónomo y profesor en la Universidad Católica de Valparaíso (Chile), quien ha desarrollado la conferencia «Criterios nutricionales para una fruta de calidad». La calidad de la fruta y su «shelf life» en el anaquel dependen de muchos factores, tales como la variedad, su rendimiento o el clima, y el factor nutricional juega un rol muy destacado. Mendoza explicó los parámetros de calidad más importantes del arándano y cómo los distintos nutrientes influyen positiva y negativamente, en función de excesos, deficiencias y/o desequilibrios en la calidad de la fruta (tamaño, color) y en la condición de ésta en la post-cosecha (firmeza, deshidratación, susceptibilidad a pudriciones, etc.).