Informe ONU: Casi 9 de cada 10 personas en el mundo tienen prejuicios contra las mujeres
El nivel de prejuicios contra las mujeres en el mundo en la última década «no ha mejorado», según revela un último informe de Naciones Unidas (ONU), pero además, advierte y denuncia un aumento de los movimientos que se están dando en determinados páises contra la igualdad de género, un hecho éste que actúa como barrera para avanzar hacia una sociedad internacional más igualitaria. Un dato significativo es el que indica que casi nueve de cada diez personas (hombres y mujeres) tienen prejuicios contra la mujer.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo , en su último informe sobre el Índice de Normas Sociales de Género, apunta a que «la mitad de la población mundial sigue creyendo que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, y más del 40% cree que los hombres son mejores ejecutivos que las mujeres». Pedro Conceição, jefe de la Oficina encargada del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD, afirmó al respecto que «las normas sociales que menoscaban los derechos de la mujer perjudican a la sociedad en general y frenan la expansión del desarrollo humano».
En el informe se profundiza en diferentes cuestiones vinculadas a la mujer y la igualdad. En ello, uno de los aspectos que destaca está relacionado con la presencia femenina en puestos de toma de decisiones. Así, la ONU se hace eco de que esos perjuicio se reflejan, por ejemplo, en la grave infrarrepresentación de las mujeres en puestos directivos. De media, «la proporción de mujeres como jefas de Estado o de Gobierno se ha mantenido en torno al 10% desde 1995, y en el mercado laboral las mujeres ocupan menos de un tercio de los puestos ejecutivos».
El informe también arroja luz sobre un vínculo roto entre el progreso de la mujer en la educación y la capacitación económica. Las mujeres están más cualificadas y formadas que nunca, pero incluso en los 59 países donde las mujeres tienen ahora más estudios que los hombres, la diferencia media de ingresos entre hombres y mujeres sigue siendo del 39% a favor de los hombres.
En la ONU, que también habla de brecha en materias como violencia o integridad, pone el foco en el importante papel que juegan los gobiernos. Y es que, el informe subraya que «los gobiernos tienen un papel crucial en el cambio de las normas sociales de género», desde la adopción de políticas de permiso parental, que han cambiado las percepciones en torno a las responsabilidades del trabajo de cuidados, hasta las reformas del mercado laboral que han llevado a un cambio en las creencias en torno a las mujeres en la fuerza de trabajo.»Un punto de partida importante es reconocer el valor económico del trabajo de cuidados no remunerado», afirmó la directora del equipo de género de la agencia, Raquel Lagunas, quien declaró que “esta puede ser una forma muy eficaz de cuestionar las normas de género. En los países con los mayores niveles de prejuicios de género contra las mujeres, se estima que ellas dedican seis veces más tiempo que los hombres al trabajo de cuidados no remunerado«.
Un cambio es posible
El informe subraya que, a pesar de la persistencia de los prejuicios contra las mujeres, el cambio es posible. En 27 de los 38 países estudiados «se observó un aumento de la proporción de personas sin prejuicios en ningún indicador. Los autores del informe afirmaron que, para impulsar el cambio hacia una mayor igualdad de género, hay que centrarse en ampliar el desarrollo humano a través de la inversión, los seguros y la innovación». Esto incluye, anaden, «invertir en leyes y medidas políticas que promuevan la igualdad de las mujeres en la participación política, ampliar los mecanismos de seguridad, como el fortalecimiento de la protección social y los sistemas de atención, y fomentar intervenciones que sean particularmente eficaces para desafiar las normas sociales nocivas, las actitudes patriarcales y los estereotipos de género».
Por ejemplo, apuntan en la ONU, «la lucha contra la incitación al odio en internet y la desinformación sobre cuestiones de género puede ayudar a cambiar las normas dominantes hacia una mayor aceptación e igualdad, según el informe».
El documento recomienda abordar directamente «las normas sociales mediante la educación y la implementación de políticas que fomenten la igualdad de género, y cambios a nivel legislativo que reconozcan los derechos de la mujer en todas las esferas de la vida, y una mayor representación en la toma de decisiones y en los procesos políticos».