IICA propicia diálogo de alto nivel entre agricultura y ambiente
Identificar sinergias y construir acciones concretas entre el sector agrícola y el de ambiente para afrontar los desafíos de adaptación y mitigación del cambio climático, fue lo que permitió un diálogo de alto nivel organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en conjunto con el Centro Internacional de Investigación Forestal (CIFOR).
El evento se dio durante la vigésima primera Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), que se desarrolló del 30 de noviembre al 11 de diciembre en París, Francia.
En el espacio de diálogo participaron los ministros de Agricultura de Costa Rica, Guatemala y Uruguay, y los viceministros de Belice, Panamá y Paraguay, el ministro de Planificación de Nicaragua, la embajadora de Nicaragua en Francia, y personeros del CIFOR, del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
También, se contó con la participación de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC), y de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (SECCAD)
El diálogo fue un intercambio de ideas propositivas, y ejemplificó el papel creciente del sector agropecuario en las negociaciones internacionales sobre cambio climático. Los ministros debatieron cómo lograr una coordinación intersectorial, unir esfuerzos en las Contribuciones Nacionales Determinadas (INDC), y generar marcos institucionales y normativos para enfrentar el cambio climático mientras se logra las metas de desarrollo de la región.
“Se debe realizar una actividad intersectorial y discutir en sentido amplio y de profundidad la coyuntura entre agricultura y ambiente. El compromiso internacional para disminuir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes del sector agropecuario debe hacerse de acuerdo a las posibilidades de producción de alimentos de cada nación, y que a la vez permita un desarrollo de las economías nacionales”, comentó el ministro de Agricultura de Uruguay, Tabaré Aguerre.
Algunos de los ministros de Agricultura que intercambiaron ideas propositivas durante el diálogo ministerial.
Con él coincidió el especialista de la SECAC, Manuel Jiménez, quien reafirmó que se deben redoblar esfuerzos, porque es innegable que el cambio climático ha dejado de ser una expectativa y sus efectos ya se manifiestan en la región con intensificación de la variabilidad climática.
“El fenómeno de El Niño” reconocido como laboratorio de lo que nos espera con el cambio climático, se está mostrando y comparando con lo ocurrido en 1997-1998. En los primeros meses de la presencia del fenómeno, el Programa Mundial de Alimentos reportaba 3.3 millones de personas afectadas y 1.6 millones en condición de inseguridad alimentaria y nutricional en un análisis parcial para cuatro de los ocho países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)”, afirmó Jiménez.
Mesa redonda de alto nivel
Además, como parte de las actividades paralelas a la COP21, el IICA y el CIFOR organizaron una mesa redonda ministerial, donde los ministros latinoamericanos pudieron dialogar sobre los desafíos que tienen en sus países, con personas influyentes a nivel de mundial en el tema de la cooperación y financiamiento sobre cambio climático y ambiente.
En ese diálogo de alto nivel estuvo la directora ejecutiva del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), Naoko Ishii; el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner; la directora senior de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Banco Mundial, Paula Caballero; y el presidente CEO de World Resources Institute (WRI, por sus siglas en inglés), Andrew Steer; entre otros.
“Nuestra intervención en la COP21 fue positiva. El IICA, en pro de sus países miembros, ha estado creando espacios para elevar el perfil del sector en discusiones globales, enfatizando la contribución que el agro puede hacer en América Latina, reduciendo las emisiones y haciendo un uso más eficiente y responsable de los recursos naturales, lo que implica una agricultura diversificada, resiliente y mejor adaptada a las condiciones climáticas futuras”, concluyó el especialista principal en Resiliencia y Gestión Integral de Riesgos en la Agricultura del IICA, David Williams.
Fuente: IICA