Giropoma reconoce a Josep Maria Pareta, clave en la implantación de la fruticultura en Girona
La empresa productora de manzanas Giropoma Costa Brava, de Ullà (Baix Empordà, Girona), ha reconocido la figura de Josep Maria Pareta, quien hace más de medio siglo fue clave en la implantación de la fruticultura en la provincia de Girona. La compañía ha bautizado la nueva sala de actos polivalente de su sede con el nombre de quien también fue uno de sus fundadores en 1962 y en reconocimiento a su labor.
Pareta, de 83 años, también fue presidente, director-gerente y secretario de Giropoma. Asimismo, cofundó Poma de Girona, formada, entre otros, por Giropoma; se involucró en la creación del Comité Económico de Productores de Fruita Dulce de Catalunya y en la elaboradora de concentrados y de zumos Cofrugi Fruits. Pareta, que también coimpulsó el Centro Experimental Mas Badia (IRTA actualmente). Es la única persona viva de los fundadores de Giropoma, empresa a la que sigue echando una mano.
Durante la inauguración de la nueva sala se descubrió una placa conmemorativa, en un acto sorpresa organizado por la Junta Rectora de Giropoma: “No me lo esperaba, sólo me habían dicho que inaugurábamos una sala. Estoy muy contento de haber podido aglutinar a muchos fructicultores que no eran socios inicialmente y que hicieron que esta empresa hoy sea mayor. Estoy satisfecho de los viajes que pudimos hacer con los socios por todo el mundo para conocer la fruticultura, fuimos a lugares como Nueva Zelanda, Sudáfrica, Italia, Argentina o Brasil”. Para Pareta, «es un orgullo para mí poder hablar de la cooperativa y felicito a los que hoy llevan la empresa, porque funciona muy bien».
Venanci Grau, presidente de Giropoma, agradeció la labor y el tiempo dedicado por Josep Maria Pareta a la empresa. “Josep Maria ha sido un buen empresario, creativo, proactivo, innovador, optimista y generoso”. “Siempre ha sido un gran defensor del modelo cooperativo y un inquieto por la manzana. Antes de iniciar Giropoma, se marchó a Francia para aprender el mundo de la fruticultura y después lo implantó aquí, reuniendo a diferentes productores de la zona para crear la cooperativa”, añade Grau. La cooperativa Costa Brava Fructicultors fue la primera cooperativa frutícola de Girona. El también secretario de Poma de Girona destaca que el bautizo de esta nueva sala «es un reconocimiento muy merecido a una persona clave para el crecimiento de Giropoma y para los inicios de la implantación de la fruticultura en la provincia».
Su hijo, Joan Maria Pareta y secretario de Giropoma, desglosa la trayectoria de su padre
En 1962, Josep Maria Pareta, con 24 años y con titulación de Perito Agrícola, fundó la Cooperativa Costa Brava junto a su cuñado, Jordi Rubau, i Juli Parella, Josep Maria Camps, Josep Romaguera y otros campesinos. «Fueron los pioneros de Girona en crear una cooperativa de este tipo», recuerda Joan Maria Pareta, su hijo y secretario de Giropoma. La cooperativa empezó a formarse en 1964 y entró en funcionamiento en 1965. “Durante muchos años mi padre plantó manzanos, perales y melocotoneros y también tuvo granjas de cerdos”, añade su hijo.
De 1967 a 1971 fue secretario de la cooperativa y, justo después, fue nombrado gerente. Durante 12 años compaginó el trabajo en el campo y la gerencia (1971-1983) y “durante aquellos años las ventas crecieron en toda la península y en las islas Canarias y Baleares”, subraya Joan Maria. «Siempre trabajó para la unidad de acción y comercialización de la fruta de Girona y el primer intento fue la formación de Copomex, que durante un tiempo dio salida a la exportación de la fruta gerundense».
En 1980, junto con los otros gerentes de las cooperativas, creó Cofrugi, la empresa que conseguiría aprovechar las manzanas no comerciales para zumo de manzana. En 1982, junto a otras empresas del sector, colideró el nacimiento del Centro Experimental Mas Badia (IRTA actualmente) para poner en común las nuevas técnicas y buscar soluciones a los problemas de la fruticultura gerundense.
En 1983 le nombraron presidente de la cooperativa, cargo que ocupó durante 16 años (1983-1999). Representó a los cooperativistas de Girona en la federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya y, tomando como modelo el asociacionismo que ya existía en Francia, consiguió que se formara el Comité Económico de Productores de Fruta Dulce de Catalunya (más adelante Catalònia Qualitat y AFRUCAT), de la que fue vicepresidente durante muchos años.