SAKATA: “En los últimos 10 años hemos conseguido una incorporación mayoritaria de mujeres»
Javier Bernabeú, es director gerente de SAKATA Seed Ibérica, empresa donde la igualdad de género es una máxima, y donde han llevado a cabo diversas acciones para lograr la paridad real.
Por Marga López – Periodista Agroalimentaria | @Margalopez77
Usted lleva más de 25 años en la compañía, ¿cómo ha ido evolucionando la presencia de la mujer en la empresa, qué porcentaje hay ahora mismo?
Cuando Sakata Seed Ibérica inició su andadura en 1996, la igualdad de género estaba escasamente desarrollada, de manera especial en el sector agrícola, que siempre consideró que el campo era cosa de hombres. Dentro de la agricultura, la obtención vegetal no se libraba de la idea que otorgaba a los varones muchas más posibilidades que a las mujeres. Si bien no se tenía que hacer grandes esfuerzos físicos, sí había que estar mucho tiempo en el campo, viajar mucho y permanecer fuera de casa a menudo, lo que discriminaba extraordinariamente a las mujeres ya que ellas debían ocuparse de los hijos permanentemente. Siguiendo esa tendencia, los primeros empleados de la empresa fueron varones. Pronto se incorporaron mujeres en las posiciones administrativas y logísticas, pero fue a partir de 2005 cuando, con una plantilla mayoritariamente masculina, nos planteamos la necesidad de establecer una discriminación positiva en favor de la incorporación de mujeres. Y ha sido en los últimos 10 años cuando hemos conseguido una incorporación mayoritaria de mujeres para llegar prácticamente a una paridad en la actualidad.
¿Cuenta Sakata Seed Ibérica con un plan de igualdad o un enfoque de igualdad dentro de sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa?
Son varias las referencias a la igualdad de género en paralelo con la no discriminación por razones de raza o religión en el ideario de Sakata contenidas en el manual de cumplimiento “Compliance manual” y otros documentos directamente relacionados con la vigilancia de los posibles acosos y abusos en las relaciones laborales dentro de la empresa. El plan de RSC de nuestra empresa no contempla estos aspectos en concreto, más bien aplica los principios contenidos en el resto de las normas de régimen interno. Pero esto, en la práctica, no es suficiente para alcanzar un nivel paritario en el empleo. Digamos que hay que ejercer una cierta discriminación positiva para ello en el día a día de la empresa y debido a la gran presión de la oferta masculina en general, esencialmente en los procesos de selección para las nuevas incorporaciones: ante dos candidatos con aptitudes similares se elige a la mujer.
Dentro del sector agro, ¿cree que se aborda los temas de igualdad con convencimiento o como modismo? ¿Cuál es el reto más importante que tiene el sector agrario en general y el hortofrutícola en particular, para lograr la igualdad real de la mujer en este ámbito?
Supongo que habrá de todo. Qué duda cabe que para muchas empresas, la igualdad de género es una cuestión de normalidad y de ejercicio democrático. Puede que haya quien lo verá como una oportunidad para hacerse ver. Pero eso no es tan reprobable como la discriminación real que sucede frecuentemente.
Nuestro sector, en particular el área de la producción primaria es un sector ciertamente envejecido que sigue prefiriendo a los hombres. Posiblemente vamos hacia un cambio generacional que palíe esta situación pero no debemos ser demasiado optimistas. Hay muchos aspectos que requieren cambios drásticos en el medio rural: todo lo relacionado con la economía circular, la sostenibilidad, la competitividad… En definitiva, el sector requiere una profunda renovación en su enfoque social y económico y además tiene que pasar por el filtro de la sostenibilidad. Quizás esto último sea la razón definitiva para cambiar todo lo demás.
Dentro del área de la investigación, la presencia de la mujer es, si cabe, menor que en otras áreas del sector agro, no así en el caso de Sakata, qué además está llevando a cabo acciones para darle mayor visibilidad. ¿Qué otras iniciativas por pequeña que sea lleva a cabo Sakata por esa visibilidad de la mujer Agro?
Desde mi punto de vista, es precisamente en el área de la investigación donde se da una presencia más destacada de mujeres, dejando aparte el sector de los almacenes o las líneas de procesamiento en la agroindustria. Al menos en el sector de la mejora vegetal, son muchas las mujeres que se han incorporado en los últimos años y están haciendo aportaciones muy destacadas en distintas empresas, incluida la nuestra. En este sentido, la mejora vegetal es una actividad donde la creatividad es uno de los pilares, y ahí hay muchas oportunidades para que las mujeres desarrollen su mayor creatividad.
En Sakata pretendemos que todos los empleados desarrollen sus talentos al máximo y que cada cual exponga sus resultados sin dejar de lado al equipo. No hacemos una discriminación a este nivel. Por otro lado, sí hay una clara predisposición de las mujeres a ser portavoces de los equipos y a comunicar los logros más que los hombres. Eso va en favor de su visibilidad definitivamente.
Por último, Sakata participó en el IV Foro Mujer Agro, celebrado en Valencia el pasado mes de septiembre, ¿qué cree que aportan eventos de este tipo para la mujer agroprofesional?
Por supuesto que toda oportunidad de hablar de los temas importantes hace que la sociedad los vea así. Hay muchas cosas donde centrar nuestra atención en el día a día. Es necesario que quienes apostamos por cambiar algunas cosas hablemos de ellas y centremos la atención de los medios algunos instantes.
Los cambios sociales son muy costosos porque la naturaleza humana es conservadora, tendemos a aceptar las cosas como están porque los cambios pueden comprometer nuestro estatus actual. Por eso es importante que quienes tenemos una visión algo más progresista seamos activistas en ello. No se trata de levantar barricadas sino de hablar tranquilamente y exponer los puntos de vista distintos para que, poco a poco, los cambios puedan ser percibidos por más personas.