El supermercado, un servicio social en la crisis del Covid-19
Los supermercados están prestando ayuda a personas mayores, con problemas de movilidad, discapacitados, embarazadas, personal sanitario y ciudadanos en cuarentena.
Como servicio esencial y crítico durante el Estado de Alarma, los establecimientos de distribución alimentaria están evolucionando para convertirse en mucho más que lugares donde comprar alimentación y otros productos de primera necesidad. La cercanía y el contacto directo con la población los define como centros de servicios donde se presta atención, especialmente, a colectivos vulnerables.
Entre ellos, personas mayores, con problemas de movilidad, discapacitados, embarazadas o las personas que se encuentran en cuarentena. Pensado en estos colectivos, numerosas cadenas de supermercados de ASEDAS, Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, han puesto en marcha planes que les ayudan a realizar sus compras ya sea con horarios especiales para ellos, dándoles preferencia en las filas que pueden formarse para controlar el aforo y en las líneas de caja o con servicios a domicilio específicos para ellos. Incluso en algunos casos estos servicios se extienden a profesionales de la sanidad, bomberos y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Además, varias cadenas se han unido a diferentes iniciativas de soporte a mujeres en riesgo de sufrir violencia de género. Aunque la más conocida es la campaña #estamoscontigo, promovida por el Ministerio de Igualdad; también se están llevando a cabo otras de la mano de asociaciones especializadas y Comunidades Autónomas. Los establecimientos adheridos a la misma se ponen en contacto con los servicios de emergencia a solicitud de las víctimas que, debido a la situación de confinamiento, pueden tener dificultades para realizar denuncias.
“Desde hace tiempo venimos observando que las tendencias demográficas podrían convertir a medio plazo al supermercado en un centro de servicios de especial utilidad para personas mayores y otros colectivos. La crisis sanitaria nos reafirma en esa función para la que el supermercado de proximidad está preparado dada su cercanía a las viviendas y trabajos de los ciudadanos y a su presencia tanto en centros urbanos como en zonas rurales”, dijo Ignacio García Magarzo, director general de ASEDAS.
Dentro de este apoyo a la ciudadanía, los establecimientos de proximidad han realizado desde el comienzo de la crisis sanitaria una función informativa, fiable y verídica, fundamental tanto desde las redes sociales como desde las propias tiendas para ayudar a la población a realizar con seguridad sus compras de alimentación.