“El supermercado evolucionará hasta convertirse un centro de servicios”
La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, ASEDAS acaba de cumplir 20 años, y lo hacen situándose como la primera organización empresarial del sector de la alimentación. Junto a su director general, Ignacio García Magarzo conocemos cuáles son los restos a los que se enfrenta y que sin duda definirán el supermercado dentro de otros 20 años.
Por Marga López, periodista agroalimentaria
ASEDAS representa el 67,6% de la superficie de venta de alimentación de la distribución moderna española. ¿Cuáles han sido los elementos claves que han logrado esta unión?
Las razones se encuentran en el propio germen de la Asociación. La visión de ASEDAS desde sus primeros momentos fue sumar, ayudar, construir y compartir el esfuerzo y las buenas prácticas con el objetivo de lograr un sector de la distribución alimentaria mejor para los consumidores. En ASEDAS agrupamos empresas muy diversas –regionales y nacionales; familiares, cooperativistas y franquicias; grandes y pequeñas…- pero concebimos la diversidad como una oportunidad y una riqueza que fortalece el modelo del supermercado. Respecto a la representación, el supermercado es el formato preferido por los españoles y nos sentimos orgullosos de ser sus máximos representantes ante las administraciones y otros agentes sociales.
Durante la celebración del 20 aniversario, se puso de manifiesto la necesidad de escuchar a toda la cadena de valor. Sin embargo, los agricultores denuncian de forma sistemática la falta de compromiso de la distribución hacia la producción local. ¿Qué opinan al respecto?
Me parece interesante la expresión “de forma sistemática” porque en muchas ocasiones tenemos la sensación de que se trata de argumentos recurrentes que a menudo no tienen fundamentos objetivos. En todo caso, las relaciones en la cadena han cambiado mucho en pocos años gracias a un cambio de mentalidad consistente en tener una “visión de cadena”. Desde ASEDAS creemos en la creación de relaciones de valor basadas en la colaboración. Trabajamos por un cambio de paradigma consistente en dejar de “intentar vender lo que se produce” para “producir lo que se demanda” y tenemos la obligación de trasladar a los productores estas demandas y de ayudarles a llevar a cabo los cambios necesarios. Existen muchos casos de éxito en este sentido y tenemos el reto de comunicarlos mejor. Como distribución alimentaria, tenemos clara nuestra obligación de que los productos lleguen al consumidor en condiciones de seguridad, calidad, variedad y a precios competitivos. Para ello, necesitamos la ayuda de un sector productor fuerte y sostenible, capaz de proporcionar los alimentos que demanda la sociedad y de asegurar rutas de distribución cortas, que son las más beneficiosas para el medio ambiente y para la economía.
En relación a la sostenibilidad, la retirada de la bolsa de plástico parece no ser suficiente para el consumidor. ¿Qué otras medidas creen que se podrían implementar?
Tenemos que recordar que los supermercados han sido, de manera voluntaria, pioneros en adoptar medidas para sustituir las bolsas de plástico en la línea de caja con resultados de un descenso en la demanda de más de un 85%. Pero, efectivamente, la sociedad nos pide más. En el marco de la estrategia europea para la reducción de plásticos, trabajamos en varias líneas de trabajo. Éstas tienen que ver con la introducción de materiales biodegradables en envases y bolsas de sección, con el eco diseño para reducir la cantidad de material utilizado y el sobre embalaje y en la reutilización y el reciclado. Todo esto debemos hacerlo teniendo muy en cuenta la función del envase en materia de seguridad alimentaria y de información al consumidor que, en ningún caso, debemos poner en riesgo.
Por último, ¿cómo cree que serán los supermercados dentro de 20 años?
En los próximos años, el supermercado se va a ver condicionado por la evolución demográfica española, que experimentará un importante aumento del número de personas mayores. Concebimos el supermercado como un centro de servicios donde se harán muchas más cosas, además de comprar alimentación y bienes de gran consumo. Ya tenemos algunas pistas, por ejemplo, con la introducción de la comida lista para consumir. El concepto de servicio al consumidor y su escucha activa seguirá siendo, en todo caso, la premisa principal de nuestro trabajo.