El Gobierno aprobará normas de calidad y de regulación del aceite a inicios de 2021
El Gobierno de España trabaja ya en la elaboración de dos decretos sobre la calidad del aceite de oliva y la autorregulación de este mercado que espera aprobar a lo largo del primer trimestre de 2021.
Así lo ha anunciado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante su intervención en el foro “La cadena de (no) valor del aceite de oliva”, en el que ha abogado por valorizar este producto para que los precios que reciben los agricultores también suban después de dos años “complicados”.
El ministro ha inaugurado el foro -organizado por la Asociación Española de Municipios del Olivo y el Consorcio Feria del Olivo de Montoro, en Córdoba- de forma virtual y ha recordado que España es líder en producción de aceite de oliva a nivel mundial con cerca de 1,4 millones de toneladas anuales, un 40 % del total.
En su opinión, el reto del sector está en que el consumo global de aceite de oliva aumente frente a otras grasas vegetales, para lo que hace falta promoción.
Mientras se consigue esta meta, el ministro ya presentó en junio una hoja de ruta con varias medidas por parte del Gobierno para ayudar al sector en un momento marcado por los bajos precios en origen dirigido a facilitar que la oferta se pueda limitar para ajustarse a la demanda y que la calidad del producto se incremente.
Uno de los dos decretos que prepara el Gobierno se refiere precisamente a calidad y trazabilidad y ya se ha mandado a Bruselas “como borrador”.
“Tenemos que asegurarnos de que la calidad que aparece reflejada en las etiquetas se corresponda con lo que hay en la botella”, ha señalado Planas, quien ha avanzado que en el documento que prepara el Gobierno se incluyen restricciones a la hora de hacer mezclas para “asegurar la pureza de lo que se vende” y cambios en el sistema de catas para que sean más fiables al realizarse en unas condiciones “sistemáticas”.
El segundo decreto está pendiente de que se publique antes en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) la inclusión del artículo 167 bis en la Organización Común de Mercados Agrícolas (OCM) para que el aceite cuente con herramientas de autorregulación similares a las que ya tiene el vino.
“Estamos trabajando ya en ese decreto que irá al consejo de ministros en las primeras semanas de 2021 para que puedan aplicarse mecanismos de intervención que eviten esos altibajos perjudiciales para el sector ante desajustes de oferta y demanda”, ha explicado.
El ministro ha insistido en que actualmente sólo el 3 % del consumo de grasas vegetales en el mundo corresponde al aceite de oliva, por lo que hay “perspectivas de crecimiento notables”, incluso en el mercado europeo, donde según Planas todavía “no se ha tocado techo”.
Ha citado como ejemplos los casos de Alemania y otros países del centro y el norte del continente, a lo que se suma el buen resultado de las exportaciones a Estados Unidos pese a los aranceles y mercados como China, Japón, Canadá o Brasil, donde observan oportunidades de aumentar en ventas.
Para Planas, la demanda mundial de aceite “no está estancada pero sí crece a una velocidad inferior a la oferta”, en parte debido al avance del olivar intensivo y súper intensivo, con mayor rendimiento por hectárea y a un menor coste que el tradicional.
En este sentido, ha defendido el olivar tradicional, la cosecha temprana y la apuesta por la producción ecológica como vías para obtener un producto de la máxima calidad, y por ende, con mejores precios.
Además, ha subrayado que trabaja por que la nueva Política Agrícola Común (PAC) de cara al período 2021-2027 tenga en cuenta las “particularidades” del olivar español a la hora de definir las ayudas.