COAG augura efectos muy negativos en su nuevo estudio de impactos del TTIP
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha presentado el estudio ‘Sembrando pérdidas II’ acerca de las repercusiones que podría tener el TTIP en el sector agrario español. Éste ha sido elaborado a petición de Amigos de la Tierra y presentado en un acto organizado junto a VSF Justicia Alimentaria Global, Plataforma no TTIP, Plataforma Rural e Ingeniería sin Fronteras Galicia.
Por Marta Fernández
La principal conclusión del estudio es que si la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP) sale adelante, se prevén impactos muy negativos para los sectores agroalimentarios de la Unión Europea, en especial para la producción de vacuno, porcino y lácteos. De hecho, ya en 2014 el Parlamento Europeo advirtió del peligro de desaparición del sector de vacas nodrizas si se firmaba el Tratado.
Si el acuerdo sale adelante, se prevén impactos muy negativos para los sectores de la agricultura comunitaria, en especial para la ganadería
En cuanto a los productores de cultivos herbáceos, los impactos continúan siendo inciertos, aunque se estima que las exportaciones de cereales de EEUU a la UE se incrementarían en un 122%, provocando un descenso del valor agregado agrícola de los cereales en la UE, que en España podría llegar a un 6,4%, uno de los mayores, puesto que continuaría siendo deficitario.
Mientras, se desconocen los efectos en la producción avícola, a pesar de que la eliminación arancelaria sobre los estos productos permitiría a los productores estadounidenses vender más barato que a los europeos.
Desde COAG también se incide en que las mayores oportunidades de exportación que crea el TTIP no se traducen necesariamente en mayores ingresos
En este sentido, los modelos predicen que el TTIP aumentará la importación de alimentos y productos agrícolas de EEUU. Y es que, a diferencia de acuerdos anteriores, ahora las negociaciones incluyen una gran variedad de temas no comerciales como son la normativa sobre seguridad alimentaria, el uso de antibióticos y hormonas en la producción de carne, de lavados químicos para productos cárnicos, la utilización de pesticidas y producción de transgénicos.
Temas que inciden directamente en los consumidores, los agricultores y el medio ambiente, y que suponen una diferencia importante de costes productivos. Sin embargo, no se tienen en cuenta las trabas administrativas a las que se enfrentan los exportadores europeos de frutas y hortalizas al intentar ingresar en el mercado estadounidense.
Blanca Ruibal, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra, ha señalado que “el TTIP va a apuntalar el modelo agrario industrial, perjudicial para el medio ambiente y la salud de las personas. En un contexto de cambio climático y escasez de recursos naturales es urgente promover una agricultura local y familiar, que proteja el agua, el suelo y la biodiversidad, produzca alimentos sanos y mantenga el medio rural vivo”.
A diferencia de acuerdos anteriores, las actuales negociaciones incluyen una gran variedad de temas no comerciales
Miguel Blanco, Secretario General de Coag, ha incidido en que la reducción de aranceles y contingentes es «la puntilla final al Principio de Preferencia Comunitario», a lo que ha añadido que «el desmantelamiento de aranceles incrementaría la caída de precios, siendo España e Italia los países más afectados». Por sectores, la peor parte se la llevaría la ganadería. De hecho, en el informe, se afirma que, en un escenario de eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, las importaciones de EEUU podrían dispararse un 33.505% en carne de ave, un 3.983% en carne de porcino, un 966% en carne de vacuno, un 901% en leche en polvo y un 988% en quesos.
El estudio también pone en duda el valor que asigna la Comisión Europea a las Indicaciones Geográficas, puesto que los beneficios podrían dirigirse únicamente a los productores orientados a la exportación
Por otro lado, las condiciones de trazabilidad, seguridad alimentaria y manejo en matadero en EEUU difieren mucho de las exigidas en la UE, por lo que necesitan la utilización de fuertes desinfectantes cárnicos, prohibidos en Europa, para evitar más casos de intoxicaciones por bacterias. En concreto, el citado informe apunta a una ratio de 82,5 casos por cada 100.000 habitantes en EEUU, frente a testimonial 1,5 por cada 100.000 habitantes en Europa. La intoxicación por E.coli verotoxigenica suele darse a través del consumo de carne picada contaminada por la toxina que produce la bacteria.
Actualmente, las negociaciones sobre el TTIP parecen estar en ‘stand by’ a la espera de la decisión que al Comisión tome sobre el Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA), es decir, el acuerdo de libre comercio con Canadá al que sólo Bélgica se ha opuesto. En palabras de Miguel Blanco, «el TTIP ha parado para tomar impulso y poner al CETA por delante, que será el Caballo de Troya».