Cíclope, de Ramiro Arnedo, la cebolla óptima para conservación
Cíclope es la variedad de cebolla de día largo de Ramiro Arnedo que se caracteriza por su largo aguante, su dureza y pieles, su gran peso y tamaño y su buen bulbo. Todas estas cualidades la convierten en una cebolla fresca óptima para conservación, la característica más buscada por los productores, comercializadores y compradores de La Mancha.
Castilla La Mancha y, en concreto, las zonas de Argamasilla, Cinco Casas, Los Llanos y Bolaños se han convertido en el centro productor en trasplante de cebolla por excelencia. “El agua en la zona es escasa y los trasplantes se hacen para ahorrar. Además, el trasplante también permite conseguir una mayor uniformidad de calibre y más producción”, cuenta José Antonio Márquez, delegado comercial de Ramiro Arnedo para el centro de España y Extremadura.
Para apreciar mejor las cualidades de esta clase de cebolla, visitamos los campos de Castilla La Mancha a principios de septiembre, ya que es el momento en el que se va a llevar a cabo la recolección, que puede realizarse desde finales de agosto hasta primeros de octubre.
Cíclope es una clase de cebolla de larga conservación, una característica por la que despunta frente a otras variedades. “Son cebollas para guardar en almacén y aguantar hasta el mes de marzo, momento en el que se empiezan a vender”, detalla. “Y Cíclope es la variedad líder en conservación”, puntualiza.
Destaca por su dureza y por sus pieles, dos características que le confieren un mejor aguante y calidad. Además, esta variedad de cebolla posee un solo centro y permite extraer un buen bulbo, una ventaja importante para las fábricas, que a la hora de sacar los aros no se encuentran con cebollas dobles. Entre sus bondades, figuran el tamaño y el peso. En este sentido, José Antonio Márquez detalla que es una variedad de más de 300 gramos. Para comprobarlo pesamos una de las cebollas de las fincas que hemos visitado y su peso es de 600 gramos.
Es proceso de recolección es esencial para la obtención de una hortaliza de calidad. José Antonio Márquez explica cómo tiene lugar: “Primero pasa la máquina y corta el cuello de las cebollas. Después otra máquina irá ahuecando y acordonando los bulbos formando hileras. Tras su secado se cargarán y se envasarán para su almacenaje”.