Balance de la campaña 20/21 de alfalfa en España
El pasado 31 de marzo se dio por finalizada la campaña de la alfalfa en España con una producción de forrajes deshidratados de 1.465.043 t, lo que representa un incremento en la producción del 3,8 %, es decir, 53.621 T más que la campaña anterior, según AEFA (Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada):
Las zonas productoras donde del cultivo ha crecido han sido Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura, con unos incrementos del 13%, 11,8%, 6% y 1,4% respectivamente.
En el lado opuesto se encuentra Andalucía con un descenso del 20%, seguido de Navarra y Cataluña que bajan un 2% en la producción de forrajes deshidratados.
La superficie de cultivo contratada y destinada a la deshidratación ha crecido en cerca de 8.000 hectáreas. Esto supone un incremento del 7% con respecto a la campaña anterior. Así esta ha sido la tercera campaña con aumento tanto en superficie como en producción.
Desarrollo de la campaña de alfalfa
La campaña 2020/21 comenzó en pleno confinamiento, pero el sector siguió trabajando por su condición de esencial. Durante los dos primeros cortes las lluvias fueron la tónica general, complicando el trabajo en el campo, y sobre todo afectando a la calidad del producto final.
En cambio, en el tercero, cuarto y quinto corte la producción fue bastante buena, tanto en calidad como en cantidad, paliando en buena medida los problemas del cultivo en primavera.
Desarrollo comercial
Desde el punto de vista comercial, el año ha ido de más a menos. Las retribuciones por el producto transformado en los primeros meses de campaña fueron interesantes, pero desgraciadamente desde el mes de julio este sector, especialmente dependiente de las exportaciones, comenzó a sufrir problemas en el transporte marítimo derivados todos ellos de la pandemia.
Durante los últimos meses se están incrementando incesantemente los precios de los fletes marítimos, así como la disposición de espacio en los barcos y de contenedores para la exportación.
Estos problemas siguen sin solucionarse y vemos como el transporte tiene un coste difícil de asumir por las industrias que forman parte del sector del forraje deshidratado, situación va a marcar el comienzo de la campaña 2021-22 de la alfalfa deshidratada.