Asomafrut homenajea a sus empresarios de Mercamadrid
El próximo 19 de diciembre la Asociación de Empresarios Mayoristas del Mercado Central de Frutas de Madrid, ASOMAFRUT, rinde homenaje a 39 de sus asociados en reconocimiento a la labor que han desarrollado durante toda su vida como empresarios mayoristas hortofrutícolas.
Una profesión que se remonta al siglo XV, cuando en Concejo de Madrid ordenó la figura de asentador para desarrollar su labor en el Mercado de la Plaza del Arrabal (actual Plaza Mayor), como figura esencial que garantizaba “la mejor organización para satisfacer las necesidades de productos básicos para la población”.
Algunas empresas que hoy en día siguen operando comenzaron su actividad mayorista en el Mercado de la Cebada –construido en 1875-, muchos de ellos se incorporaron a la profesión en el Mercado Central de la Plaza de Legazpi (construido en 1935, en sus 31.000 m2 llegó a albergar 350 puestos). Y todos ellos han desarrollado su labor en Mercamadrid, cuyo Mercado Central de Frutas y Hortalizas abrió sus puertas el 1 de febrero de 1983, con 65.000 m2, distribuidos en 6 naves y 342 puestos que supusieron una renovación tecnológica y logística.
En el acto se rinde homenaje a segundas y terceras generaciones de mayoristas que han conformado una pieza fundamental en el tejido empresarial madrileño, han generado miles de empleos directos e indirectos, han hecho llegar a la ciudadanía millones de toneladas de género, en el patrimonio material e inmaterial heredado y sobre todo, a los valores de trabajo, esfuerzo y dignidad que han transmitido.
El mayorista se ha consolidado como pieza fundamental y el engranaje de la cadena alimentaria. Acerca el campo a la ciudadanía, asegura el abastecimiento y la variedad de productos demandados por los clientes y consumidores todo el año, ofrece la mayor garantía de conservación, trazabilidad, frescura, control sanitario, asegura la conformación de precios, el cumplimiento de normativa y la concurrencia, el conocimiento del producto…
“Una profesión con pasado, presente y futuro”.
Algunas historias de mayoristas homenajeados
- Carlos tiene 80 años, con 15 años empezó a ayudar en el Mercado de Legazpi (casi la misma edad que tenía su padre cuando llegó de Galicia y comenzó a “cargar” para mayoristas del Mercado de la Cebada). Animado por su padre, compaginó su trabajo en el Mercado con sus estudios de perito economista por las tardes. En estos 65 años ha visto cómo ha evolucionado su labor: los clientes, la especialización, los formatos, los productos que se comercializan… “la globalización lo ha cambiado todo” afirma. Ha trabajado con sus dos hermanos en el negocio familiar y sigue acudiendo a diario, a las 2 de la madrugada, a los puestos de Frutas Suárez dirigidos por su sobrino Andrés.
- Pedro cultivaba melones en Villaconejos y los vendía en las calles de Madrid hasta que le facilitaron un puesto en el Mercado de la Cebada. Sus tres hijos Pedro, Julián y Hermenegildo empezaron a trabajar de niños en el Mercado de Legazpi y se mantuvieron al frente del negocio familiar hasta que se jubilaron en Mercamadrid. La saga se mantiene gracias a uno de los nietos del fundador, Paco de Frupérez Además, la hija de Hermenegildo trabaja desde finales de los 80 en la Asociación de Empresarios Mayoristas del Mercado Central de Frutas, ASOMAFRUT.