Agrobío: «Depredadores y parasitoides contra el pulgón en cultivo ecológico»
El cultivo ecológico en invernadero está incrementando su superficie de forma importante en el sureste peninsular. Para un buen control de las plagas, que nos permita obtener las producciones necesarias que mantengan la rentabilidad económica de estos cultivos, no es suficiente con la sustitución de los insumos de la agricultura convencional por los registrados en ecológico.
Dependiendo del cultivo, del momento, del ciclo y de la región o zona, la plaga principal será una u otra.
En general, la plaga que más está afectando a los cultivos ecológicos del sureste en los últimos tiempos y que más difícil resulta de controlar son los pulgones o áfidos. En cucurbitáceas de ciclo corto de primavera, suele ser Aphis gossypii la especie más frecuente, mientras que en solanáceas lo son Myzus persicae y Macrosiphum euphorbiae.
Debido a las dificultades que supone el control de estas especies, los equipos de I+D y técnico de Agrobío llevan años trabajando en mejorar el protocolo de manejo integrado de los pulgones. Es necesario implementar estrategias de establecimiento precoz de los auxiliares que mantengan las poblaciones de áfidos por debajo del umbral económico de daño. Para que esto sea posible, es fundamental alcanzar una alta biodiversidad funcional, combinando distintos parasitoides y depredadores que luchen contra los pulgones de manera diferente.
El protocolo con el que trabaja el control biológico de los pulgones en Agrobío combina varias estrategias.
En primer lugar, emplean diferentes especies de cereal con pulgones huésped y vegetación con
plantas refugio de los enemigos naturales. Cuando los pulgones huésped de los cereales se han establecido, realizan pequeñas sueltas de mezclas de avispas parásitas de pulgones combinadas con bajas dosis de depredadores.
Si se puede establecer buenas poblaciones de enemigos naturales usando los pulgones del cereal, antes de que aparezcan los que son plaga, los auxiliares detectarán los primeros focos y comenzarán a controlarlos de forma rápida. Las dosis de suelta curativas de parasitoides, serán más bajas que cuando se liberan tras la detección de las colonias de pulgones.
Además, cada especie de avispa parásita realizará un control específico de su pulgón favorito y con la ayuda de los depredadores que se han liberado y de los que aparecen, como las mariquitas, sólo será necesario tratar con fitosanitarios puntualmente focos concretos, con lo que se respetaran más los auxiliares. No sólo a los que controlan el pulgón, sino también a los que ayudan en el control de otras plagas.
Asimismo, si se diseña en el exterior de las explotaciones setos con plantas que ayuden a actuar como barrera frente a las plagas y sirvan de refugio y fuente de alimento para los distintos enemigos naturales, obtendremos una herramienta más de control de plagas, favoreciendo un entorno más natural y sostenible.