Sabor y color marcan tendencia en el segmento de lechuga
Durante la época de pandemia se reactivó la demanda de lechuga en piezas, en contrapartida a un descenso marcado en el consumo de este tipo de hortícola de hoja comercializada en IV Gama.
Actualmente, esta tendencia está volviendo a recuperar su senda previa a la situación excepcional generada por la Covid-19, pero con algunos matices. Es decir, vuelve a crecer la compra de diferentes tipos de lechuga troceada y lavada lista para el consumo. No en vano, los datos registrados en el último año, procesados por la Federación de Exportadores Hortofrutícolas (FEPEX) reflejan que en el año 2021 se registró un incremento de las exportaciones de lechuga española, concretamente un 6% superando las 811.00 toneladas y alcanzando en valor una facturación de 827 millones de euros, cifra que pone de manifiesto un crecimiento del 18% en relación al año anterior.
La tendencia en el mercado actual en destino es la búsqueda de lechugas que supongan un plus en las elaboraciones culinarias, aquellas que aporten color y sabor y lleven al consumidor a nuevas experiencias para las ensaladas.
En esta tarea trabajan las diferentes casas de semillas trabajan desde hace años. Sin embargo, perciben que se acentúa esta demanda por novedades que destaquen por sus diferencias y que resulten realmente innovadoras en el mercado.
Al margen de la gama de colores de las que se dispone actualmente en el sector agroalimentario, en el segmento de lechuga, las diferentes tipologías, y el sabor en los nuevos materiales, el mercado tiende a demandar otra característica en este tipo de alimentos, como es una aportación extra en su textura. Asimismo, los distintos usos para los que se conciben las innovaciones que ofrecen las casas de semillas están calando en el consumidor. Nuevos conceptos para poner en liza la lechuga en los platos de los consumidores.
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