La crecida del Ebro inunda campos de maíz, cebada y brócoli
Los cultivos de maíz, cebada, trigo, alfalfa y hortalizas como el brócoli o la coliflor son algunos de los que resultarán más afectados por la crecida del río Ebro a su paso por Navarra, La Rioja y Aragón, la mayor riada en décadas y que afecta a miles de hectáreas.
Las autonomías están a la espera de que pase lo peor de la crecida para comenzar a evaluar los daños. En Navarra avisan de que se han producido en un momento clave para la campaña en cultivos de invierno como el cardo, la alcachofa de Tudela, el brócoli o la coliflor. En Aragón, se están anegando “miles de hectáreas” y pedirán la declaración de zona catastrófica.
Según han detallado distintas organizaciones agrarias, las primeras estimaciones apuntan a que las pérdidas en el campo por la última crecida y desbordamiento del río Ebro serán “históricas”.
Cultivos asegurados
La Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) ha recordado en un comunicado que los daños provocados por las inundaciones registradas en las últimas horas en Navarra y La Rioja debido a la crecida del río Ebro y sus afluentes, así como las que se puedan producir en las próximas horas en la provincia de Zaragoza, están cubiertos por los seguros.
En concreto, los siniestros causados por inundación están recogidos en “todas” las líneas de seguro agrario y, en el caso de las líneas ganaderas, también está cubierta la muerte de animales.
Agroseguro ya ha recibido los primeros partes de siniestro, que afectan a unas 600 hectáreas, según ha detallado el director territorial de la zona norte, Javier Zarcero.
Estima que las consecuencias serán “mucho mayores” a las inundaciones de 2015, cuando fueron anegadas unas 2.500 hectáreas.
Zarcero ha recordado la importancia de que los afectados envíen, “con la mayor celeridad posible”, el parte de siniestros para que los técnicos comiencen sus tasaciones.
Ha detallado que las pólizas cubren el 80 % del capital asegurado por este tipo de adversidades.
Además, ha incidido en la importancia de contratar las pólizas para cobrar indemnizaciones en casos como el ocurrido ahora en la cuenca del Ebro.
Desde COAG el responsable de Agua en la ejecutiva estatal, Javier Fatás, ha señalado que había “mucha” siembra de cereal que aún no había nacido y al no estar en estado vegetativo no será cubierta por el seguro agrario.
La ganadería, también afectada
En ganadería, las evacuaciones a otras zonas han evitado la muerte de animales pero eso conlleva unos costes como en el caso del ovino con muchas ovejas recién paridas de cara a la campaña del cordero en Navidad.
Fatás calcula que una inundación así no se producía desde la década de los 60 e incluso el agua ha llegado a zonas donde no llegó durante esos años.
Daños en Navarra
“Las inundaciones son históricas, los agricultores nos dicen que nunca habían visto llegar el agua a esa altura en sus fincas”, ha apuntado Bariáin, quien ha añadido que “la afección económica es mucho más importante que en las inundaciones sufridas en 2018”.
A las hectáreas de cultivos anegadas en Navarra, ha sumado el daño en las infraestructuras y los caminos rurales para acceder a las parcelas.
Bariáin ha demandado que la Confederación Hidrográfica del Ebro y las distintas administraciones públicas coordinen la “reivindicación histórica” de retomar la limpieza del cauce del río, porque “hacen falta soluciones estructurales, ya que cada tres años se produce un desastre ecológico y medioambiental”.
El río Ebro en su paso por Aragón
En Aragón, el secretario general de Unión de Pequeños Agricultores (UPA), José Manuel Roche, habla de 20.000 hectáreas arrasadas en esta región.
Roche ha calificado que la situación está “mal y va a peor”, ya que en los próximos tres o cuatro días la crecida se espera que sea aún mayor a lo largo de los 120 kilómetros del Ebro que transcurren por esta autonomía.
Aunque la mayoría del ganado ha sido evacuado de las explotaciones aragonesas a tiempo y el cultivo permanente de alfalfa parece que está aguantando, el maíz -ahora en plena recolección-, las hortalizas y el cereal de invierno -sobre todo trigo y cebada- serán las producciones más afectadas por la crecida.
Reacciones desde el ámbito político
En el caso de Navarra, su consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Navarra, Itziar Gómez López, aseguró este lunes que ha trasladado al ministro de Agricultura, Luis Planas, el impacto de las inundaciones en esa comunidad autónoma en los cultivos y los regadíos.
“En relación a las inundaciones históricas que estamos viviendo este fin de semana en Navarra, me gustaría señalar que he trasladado al ministro Planas la gravedad de las inundaciones, la gravedad de las mismas, la importante afección que ha habido en los cultivos y los regadíos”, declaró la política al llegar a la reunión de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea que se celebra en Bruselas.
La consejera participa en ese encuentro en representación de todas las comunidades autónomas españolas.
Gómez López afirmó que las inundaciones se han producido en un momento “clave” de la campaña en cultivos de invierno como el cardo, la alcachofa de Tudela, el brócoli o la coliflor.
Recordó que esta tarde la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, se reúne con los alcaldes de las localidades afectadas por las lluvias para solicitar al Gobierno español la declaración de área de desastre natural.
La consejera indicó que a Navarra ahora le corresponde “definir ese ámbito de afección, evaluar los daños producidos, que son muy graves, y empezar a diseñar las líneas de ayuda dirigidas, fundamentalmente, a los ayuntamientos, a las comunidades de regantes y a las explotaciones”.
Señaló que las líneas de ayuda van a ser “subsidiarias y complementarias con las que defina el Estado español”.
Por otro lado, puso el acento sobre la situación “grave” que está viviendo en este momento el sector primario, “producida fundamentalmente por el aumento de costes de producción” en piensos, insumos o electricidad, comentó.
Dijo que ello coloca al sector “en una situación complicada”.
“Europa tiene que estar a la altura, tiene que responder adecuadamente a esta situación, ya que estamos hablando de un sector que está garantizando tanto la soberanía como la seguridad alimentaria de toda Europa”, expuso.
Sobre “las novedades que aporta la ley de cadena alimentaria del Gobierno de España”, consideró que se trata de “una buena herramienta que viene a paliar esos desequilibrios en los diferentes eslabones de la cadena y, fundamentalmente, viene a reforzar el papel y la situación del eslabón más débil, que es el de los productores”.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha anunciado, por su parte, que el Gobierno autonómico pedirá la declaración de zona catastrófica por los daños de la avenida extraordinaria del Ebro que esta madrugada ha llegado a la región.
Para ello también está en contacto con su homónima navarra, María Chivite, para formalizar de manera conjunta la petición, que ya han trasladado al jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez.
Así lo ha anunciado este lunes Lambán a los medios tras asistir a la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) en la sede del Gobierno de Aragón para analizar las consecuencias de la llegada de la punta de la crecida del Ebro sin que hasta el momento se hayan cumplido, ha resaltado, “las peores previsiones”.
“Ha sido una noche larga, con los alcaldes al pie del cañón, con todos los operativos activados y muy bien coordinados”, ha destacado el presidente de Aragón.
La primera valoración de la situación es que es “sensiblemente mejor de lo que se preveía en el peor de los escenarios” ya que no han sido necesarias nuevas evacuaciones ni se han inundado cascos urbanos, los alcaldes están “más tranquilos” y la coordinación entre instituciones, organismos, organizaciones como cruz roja y efectivos de las fuerzas de seguridad y militares ha rozado “casi la perfección”.
Lambán ha vuelto a reiterar la importancia de los trabajos de limpieza acometidos en el cauce en los últimos años por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y el Gobierno de Aragón para aliviar las riadas y que “en esta ocasión -ha asegurado- han producido efectos muy beneficiosos” y “a lo que habrá que seguir dedicándose con más ahínco”.
El presidente de Aragón ha apuntado que todavía es “imposible” hacer balance de daños porque el río todavía está anegando “quizás miles de hectáreas” y hasta que no baje el caudal no se sabrá qué tipo de daños se producirán en granjas de ganado, “que se van a producir”, y en infraestructuras, aunque ha garantizado indemnizaciones a los afectados.
Con este fin la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, y el de Agricultura, Joaquín Olona, se reúnen con las organizaciones agrarias para compartir información de lo ocurrido y transmitirles que “inmediatamente pasada la riada se procederá a la evaluación de daños y al estudio de las medidas que sea conveniente adoptar”, ha anunciado Lambán.
Ayer por la tarde se volvía a reunir la Cecopi para revisar lo que ocurra aguas abajo de la ribera alta, en Torres de Berrellén, Sobradiel, Alagón, Utebo y Zaragoza, y en los municipios de la ribera baja, aunque ha insistido en que “hasta el momento, las peores previsiones no se han cumplido”.
Y aunque ha evitado hacer pronósticos, sí ha precisado que el cauce está ya estabilizado a la altura de Boquiñeni y Pradilla, que es donde se temía por desbordamientos que inundaran los cascos urbanos, algo que, según el jefe del Ejecutivo aragonés “parece improbable” y a pesar de lo que se mantienen activados los mecanismos por si hubiera que actuar.