Los países productores de arroz de la UE votan a favor de establecer una clausula de salvaguardia frente a las importaciones de Camboya y Myanmar
Los países de la Unión Europea votaron esta semana la propuesta de aplicar una clausula de salvaguardia frente a las importaciones de arroz procedentes de Camboya y Myanmar, la cual supondría reintroducir aranceles durante tres años (175 euros por tonelada el primer ejercicio, 150 euros el segundo y 125 euros el tercero). Un total de 13 países, entre ellos los principales productores de este cereal como España, Italia, Portugal, Francia y Grecia, apoyaron esta reivindicación histórica del sector, mientras que el resto de estados miembro votaron en contra (ocho) o se abstuvieron (siete).
Este resultado deja la decisión final en manos de la Comisión Europea, que tendrá que pronunciarse al respecto durante el encuentro del Colegio de Comisionarios cuya celebración está prevista para las próximas semanas.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) otorga a esta votación una gran importancia porque todos los países productores de arroz han decidido unir sus fuerzas en un frente común para lograr la aplicación de una clausula de salvaguardia que no solo contribuiría a mejorar la maltrecha situación de los arroceros europeos sino que, además, sentaría un precedente para otras producciones cuya rentabilidad en el campo se está viendo seriamente perjudicada por la competencia desleal de terceros países.
La propia Comisión Europea ha reconocido el devastador impacto que las masivas importaciones de arroz desde Camboya y Myanmar han provocado desde que se pusiera en marcha el acuerdo ‘Todo menos armas’ que suprimió los aranceles al arroz con destino a Europa. Según cifras oficiales, los envíos se han multiplicado por 40 en las últimas cinco campañas, al pasar de 9.000 toneladas en 2012 a 360.000 en 2017. Además de colapsar los mercados europeos del arroz y hundir más de un 15% los precios en origen, las consecuencias también se han dejado sentir en ambos países asiáticos, en forma de explotación laboral y violación de derechos humanos.
El responsable de la sectorial del Arroz de AVA-ASAJA, Miguel Minguet, que a su vez es vicepresidente del grupo del Arroz del COPA-COGECA (entidad que agrupa a las organizaciones y cooperativas de la UE), fue el único representante español que asistió a un acto celebrado la semana pasada en Bruselas para impulsar esta clausula de salvaguardia. A lo largo de los últimos meses Minguet también ha mantenido encuentros en este mismo sentido con el Consejo de Agricultura de la UE, ministros de Agricultura y europarlamentarios.
En palabras de Minguet, “la persistente campaña reivindicativa que estamos ejerciendo en los foros europeos empieza a surtir efecto. La votación ha puesto de manifiesto, por un lado, la coincidencia de todos los países productores de arroz del perjuicio que está comportando la firma de un acuerdo internacional sin estudiar previamente el impacto que puede causar y, por otro lado, la falta de solidaridad que demuestran los otros países europeos al primar sus intereses comerciales a la supervivencia del sector arrocero. Hace falta mucha más solidaridad entre los países y la Comisión debería reflexionar sobre la Europa que quiere, porque ciertas actitudes y legislar de espaldas a la ciudadanía es lo que está generando el euroescepticismo y un mayor extremismo”.
En este sentido y “teniendo en cuenta que ahora la pelota está en el tejado de la Comisión –añadió Minguet– los 13 países que han votado a favor de reinstaurar los aranceles no entenderían en modo alguno que la Comisión adoptase una medida que iría claramente en contra de la mayoría de sus propios administrados”.