Los costes ahogan al sector productor de cereal, que sigue perdiendo superficie
La producción de cereal por hectárea no alcanza en muchos casos los 4.000 kilos necesarios para cubrir los costes que tiene este sector, que lo ahogan cada vez más.
Por José Esteban Ruiz Álvarez, periodista agroalimentario.
La superficie en cultivo de cereal sigue en caída libre. Una de las zonas productoras referentes en producción, como es Castilla y León, mantiene un descenso progresivo de las hectáreas dedicadas a plantaciones de trigo y cebada, entre otros tipos de cereal. A penas supera el millón y medio, cuando con creces superaban los dos millones en su máximo histórico.
Donaciano Dujo Caminero, presidente de ASAJA en Castilla y León, asegura que “nunca se estuvo tan mal” en este sector. Los costes de producción están asfixiando a los productores. Esta situación hace que, cada año, más profesionales abandonen este cultivo y destinen sus tierras a otro tipo de plantaciones.
“De media se gastan 750 euros por hectárea y para al menos cubrir ese gasto se necesita una producción mínima de 4.000 kilos de cereal, un volumen difícil de alcanzar en las últimas campañas”, asegura el dirigente de ASAJA Castilla y León. Unos gastos que no compensan los ingresos y que ahogan a este sector.
Uno de los factores que está incidiendo en esta “mala situación” es, sin duda “la geopolítica” detalla con cierta resignación. Ahora, “las represalias de la UE a Rusia, con imposición de aranceles más altos para insumos que necesitamos hace que se nos encarezcan aún más los costes”.
Además, las importaciones de cereal por parte de España, “más barato que el nuestro”, asegura Donaciano Dujo Caminero, que además, son muy elevadas pues “compramos fuera más de lo que producimos”, hace que, junto a la situación de costes, los productores vayan abandonando.
Para el presidente de ASAJA Castilla y León, dado lo necesario de este tipo de alimento, tanto para el consumo humano como para derivados para piensos y por tanto, consumo animal, “sería importante que las administraciones incentivarán su cultivo, que hicieran que produjésemos más y también trabajaran para mantener un precio razonable”. Sin embargo, “ocurre todo lo contrario”, sentencia Donaciano Dujo Caminero.