El valor de la obtención vegetal: Impulsando la agricultura y nutrición del futuro
En un momento en el que la agricultura sostenible es una prioridad global, los obtentores vegetales están en la vanguardia de la innovación.
Por Elena Saénz García-Baquero, directora de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE)
En el amplio mundo de la agricultura, la innovación dedicada a la obtención de las nuevas variedades es clave para garantizar la viabilidad agronómica y las nuevas necesidades nutricionales en un mundo en constante cambio. Su trabajo es crucial tanto para los agricultores como para los consumidores, y su impacto es profundo y duradero.
Agricultura Sostenible: La Clave para el Futuro
En un momento en el que la agricultura sostenible es una prioridad global, los obtentores vegetales están en la vanguardia de la innovación. Su enfoque en el desarrollo de variedades de cultivos que requieren menos agua, fertilizantes y fitosanitarios es fundamental para la conservación de recursos y la reducción del impacto ambiental. Estas nuevas variedades no solo ayudan a los agricultores a maximizar sus rendimientos, sino que también promueven la salud del suelo y la biodiversidad.
Por citar sólo un ejemplo, en el caso del tomate, gracias a la mejora vegetal se han registrado incrementos de productividad del 240 % en los últimos 50 años, y del 88 % en los últimos 30, esto supone, como promedio, 1,26 millones de toneladas adicionales anuales. En cuanto a la biodiversidad, la mejora vegetal ha aumentado su diversidad genética, multiplicándola por ocho en las últimas siete décadas. De hecho, el sector de la producción de híbridos trabajaba hace 15 años con unas 20-25 variedades, mientras que en la actualidad trabaja con más de 800 variedades diferentes.
Resistencia y Adaptabilidad: Escudos contra las Amenazas Agronómicas
En un mundo donde las enfermedades de las plantas y las plagas representan una amenaza constante para la seguridad alimentaria, los mejoradores desempeñan un papel crucial en la protección de los cultivos. A través del uso de las tecnologías más avanzadas en obtención vegetal desarrollan variedades que son resistentes a enfermedades específicas y tienen un mejor comportamiento ante las plagas. Esto no solo reduce la dependencia de los agricultores de los productos químicos, sino que también aumenta la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a las amenazas emergentes.
La resistencia a estreses bióticos ha resultado fundamental en el incremento de la productividad. En España, continuando con el ejemplo del tomate, actualmente un 88 % de las variedades disponibles en el mercado tienen una o más resistencias, mientras que cerca del 97 % de las plántulas de tomate destinadas a producción son resistentes a uno o más virus, hongos, nemátodos o bacterias.
Nutrición Mejorada: Variedades que Nutren Cuerpos y Mentes
La nutrición es un pilar fundamental de la salud humana, y los obtentores vegetales están comprometidos con el desarrollo de variedades de cultivos que no sólo sean abundantes, sino también nutritivas. A través de la biofortificación y la selección de rasgos específicos, como un mayor contenido de vitaminas y minerales, están mejorando la calidad nutricional de los alimentos básicos.
Los mejoradores vegetales están constantemente explorando nuevas variedades y sabores, ampliando el abanico de opciones disponibles para los consumidores. Desde tomates dulces hasta pimientos picantes, están creando un sinfín de variedades que enriquecen las posibilidades de compra y degustación de los consumidores.
Existen numerosos ejemplos, pero continuando con el caso del tomate, la mejora genética se ha centrado desde la década de los 90 en la mejora de su calidad organoléptica para satisfacer las expectativas de los consumidores. Los avances en ciencia, que permiten conocer con más profundidad la genética del tomate, están permitiendo desarrollar variedades con mayor sabor, además de mejorar la calidad nutricional. Los avances en ciencia, que permiten conocer en más profundidad la genética del tomate están permitiendo desarrollar variedades con mayor contenido en antioxidantes, y se está trabajando para que este tipo de mejoras no vayan en detrimento del rendimiento del tomate.
El Camino Hacia el Futuro: Colaboración y Apoyo
A medida que avanzamos hacia un futuro donde la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria son prioridades críticas, es fundamental reconocer y apoyar el trabajo vital de los obtentores vegetales. España es actualmente una potencia en investigación, lo demuestran los más de 60 centros de I+D+i de las empresas asociadas en ANOVE, con cerca de 20 millones de euros anuales de inversión en I+D+i y con una plantilla donde más de un tercio del personal esta directamente involucrado en actividades de investigación.
Llevar al mercado una nueva variedad supone más de 10 años de trabajo y una inversión media de 1,5 millones de euros. Es una tarea lenta que precisa de entornos predecibles, marcos legislativos adaptados a la actividad que permita el desarrollo de las mejores tecnologías disponibles, y de procesos adaptados a su casuística de trabajo con el objetivo de poder llevar las nuevas variedades al mercado con total seguridad y lo más rápidamente posible
En definitiva, el valor de los obtentores vegetales se puede percibir desde el campo a la mesa. Su trabajo y apuesta por la investigación son un testimonio de la capacidad humana para enfrentar los desafíos con ingenio y determinación. Con su continuo trabajo, podemos estar seguros de que el futuro de la agricultura y la nutrición será brillante y próspero.