Sustratos innovadores para hortícolas y frutales, reduciendo la huella de CO2
La apuesta de GRAMOFLOR por las materias primas alternativas y renovables es una constante desde sus inicios. Y es que, siguiendo su filosofía de “crecimiento responsable”, desde la multinacional alemana, llevan años desarrollando diversas líneas de estudio para ofrecer sustratos más sostenibles, materializándose gracias a una importante inversión tanto en investigación como en tecnología.
GRAMOFLOR IBÉRICA, con la construcción de una nueva planta de producción de última generación en Valencia donde se elaboran productos más sostenibles con materias primas renovables como gramoFLAKES® o LIGNOFIBRE®, ha acelerado su apuesta por los sustratos del futuro, disminuyendo considerablemente las emisiones de CO2.
Esta nueva planta cuenta con nueve Bunkers de mezclado para las diferentes materias primas, y nueve dosificadores para la incorporación de los diversos aditivos: fertilizantes, bioestimulantes, tensioactivos, arcillas, etc., mediante los cuales se pueden realizar miles de combinaciones de sustratos personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada cliente. De esta forma, dispone de una capacidad de producción de cerca de 200 m3 de sustrato/hora, pudiendo enviar sus productos desde Valencia a cualquier parte del sur de Europa y norte de África de una forma rápida y eficaz.
Siguiendo esta estrategia, GRAMOFLOR ha desarrollado en el último año una nueva gama de sustratos específicos para el cultivo de frutos rojos, de olivos y otros frutales, y últimamente se ha centrado en la elaboración de sustratos para semillero hortícola, con una reducción importante de la turba, llegando incluso a productos sólo con 50% de turba, donde se reducen drásticamente las emisiones de CO2 generadas en los cultivos, ya en su primera fase en el vivero o semillero.
Artículo publicado en la Revista ECA Fruits Ed. 22