La patata en España, un juego de exportación e importación
España cerró el año 2022 con un aumento de las exportaciones e importaciones de patata, en lo que parece un juego de idas y venidas de un producto, cuyo sector empieza a pensar en una nueva reorganización de las fechas de siembra.
Por Marga López, periodista agroalimentaria (@Margalopez77)
El sector de la patata es seña de identidad de nuestra producción hortofrutícola. Sin embargo, a nivel productivo y comercial, sigue siendo un cultivo con muchos altibajos, con una revalorización por parte del consumidor que, si bien ha crecido en los últimos años, no termina de situarse en niveles de otros productos, a pesar de ser esencial en nuestra tradición gastronómica.
Desde el punto de vista productivo, en 2022 la superficie de patata en España sufrió un repunte frente al ejercicio anterior (63.752 Has, 469 Has más que en 2021), pero sin llegar a salir de la tendencia a la baja de las últimas campañas y sin recuperar la barrera de las 70.000 hectáreas superadas en 2017.
Por zonas, destacan los incrementos en superficie de Galicia y Murcia, mientras que Andalucía y Castilla y León, principales regiones productoras descendieron.
A pesar de este ligero incremento, la producción ha caído fuertemente, casi un 7% (1.942.778 Tn), lo que supone un mínimo histórico al situarse por primera vez por debajo de los 2 millones de toneladas anuales. En este sentido, hay que destacar que esos menores rendimientos se debieron a la adversa climatología del levante español en primavera y elevadas temperaturas en el centro y norte durante el verano.
Una superficie con tendencia a la baja, y una producción en la misma línea, que contrastan con el incremento de las exportaciones e importaciones, como recoge el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Exportaciones, al alza
Si miramos las exportaciones, en 2022 estas superaron las 366.396 Tn (datos FEPEX), frente a las 334.673 Tn de 2021, es decir, un 9,48 % más.
El alza en estas exportaciones de deben fundamentalmente al buen comportamiento de nuestros envíos tanto a Francia como a Portugal. Por el contrario, destinos extracomunitarios tradicionales como Reino Unido, Suiza o Noruega retroceden, mientras que Alemania se mantiene.
Importaciones baten récord
España, gran productor y gran exportación, pero es también un gran importador de patata. Y en este 2022 hemos batido récord. Según recoge FEPEX, de las 878.123 Tn que importamos en 2021 hemos pasado al 1.056.714 Tn en 2022, es decir, un 20,3 % más. Los proveedores de estos envíos son Francia, Israel y Portugal, mientras que desciende Países Bajos.
Estos elevados volúmenes de importaciones hacen temer al sector altos stockajes y, por lo tanto, difícil convivencia en los lineales entre esa patata de conservación y la patata nueva que está a punto de llegar al mercado.
2023, nueva campaña
La campaña de 2023 no está exenta de dificultades. Las primeras patatas extra tempranas del sur de España llegarán este año a los mercados con un importante retraso (partir de la segunda quincena de mayo), debido principalmente, como nos apunta Marco Román, presidente de la sectorial de patata de Asociafruit, a las heladas de enero, que han retrasado el desarrollo del cultivo, incluso en algunos casos obligaron a sembrar. “Y de nuevo podemos confirmar una menor superficie de patata extra temprana y temprana, que podría rondar hasta el 15% de reducción. Los costes de producción cada vez más elevados nos están ahogando, y la elevada especialización de este sector no permite como en otras hortícolas el traspaso hacia otros cultivos, por lo tanto, son tierras que se abandonan, máxima cuando tampoco hay relevo generacional”, señala Marco Román.
Pero no todo son datos negativos. El presidente de la sectorial nos apunta una reubicación de los cultivos de patata en el año agrícola, ya que son muchos los agricultores que están trasladando la fecha de siembra a los meses de agosto y septiembre, para una recolección desde diciembre a febrero. “En esta campaña tendremos, aproximadamente, unas 2.000 hectáreas en el sur de España bajo este nuevo marco de siembra, y no descartamos en los próximos ejercicios alcanzar las 5.000 hectáreas”.
Y es que cada vez son más los consumidores y las grandes cadenas de distribución que buscan esa primera patata, la patata nueva, la de temporada. Un producto de máxima calidad, que España tiene capacidad de ofrecer todo el año, gracias a la distribución de las zonas de producción.
Con esa capacidad, el reto según Román está en recuperar presencia en los mercados europeos, y tener capacidad el propio sector de desarrolla semillas de calidad adaptadas a esta región productora.