Viñedo: el cultivo globalizado por excelencia
Si la globalización dicta sobre las relaciones económicas, políticas y sociales, a pie de campo hay un ejemplo que la ilustra en las últimas décadas: el viñedo. La deslocalización del cultivo más allá de la ribera del Mediterráneo ha alcanzado ya incluso a China, un mercado de gran potencial de consumo de vino, que se erige como el segundo viñedo del mundo, detrás de España. La OIV ha analizado el potencial de producción vitícola, el balance de la cosecha y la situación del mercado y los intercambios internacionales en 2015.
París. Sede de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). Su director general, Jean-Marie Aurand, hace balance de lo que el viñedo sin fronteras ha dado de sí durante el año pasado. “La evolución del cultivo experimenta una leve contracción de 7000 hectáreas”, cuenta. China y Nueva Zelanda apuestan por aumentar el viñedo. Al otro lado, Europa contempla como retrocede.
La UE impulsa aplicar autorizaciones de plantaciones de viñedo. Ya se ha publicado la aplicación del régimen de autorizaciones en este año. España ha fijado en 4.173 hectáreas la superficie que se podrá conceder para autorizaciones para nuevas plantaciones, cifra que equivale al 0,43% de la superficie nacional plantada a 31 de julio de 2015. El viñedo nacional continúa como líder en superficie cultivada con más de 1 millón de hectáreas delante de China (0,82 millones de hectáreas) y de Francia (0,78 millones de hectáreas).
El cultivo en términos de producción y consumo
El consumo mundial de vino sigue en alza, pese a la crisis económica y financiera. Estados Unidos es el país que más bebe vino. Mientras en los países tradicionalmente productores es estable, China sigue apostando por la bebida: 16 millones de hectolitros.
En clave de producción, el vino continúa su expansión y logra los 274,4 millones de hectolitros en 2015 (+ 5,8 millones de hectolitros). Italia está a la cabeza (49,5 millones de hectolitros), seguida por Francia (47,5 millones de hectolitros) y España (37,2 millones de hectolitros). Estados Unidos sigue apretando (22,1 millones de hectolitros).
En el hemisferio sur: decrece en Argentina (13,4 millones de hectolitros), se incrementa en Chile (12,9 millones de hectolitros) y se estabiliza en Australia (11,9 millones de hectolitros). En cambio, la producción de vino mantiene desencuentro en cosecha en Sudáfrica (11,2 millones de hectolitros) y en China (11 millones de hectolitros).
Orientar cultivo a la demanda de los mercados
Los intercambios internacionales crecen en volumen (+1,8%), con 104,3 millones de hectolitros y en valor (+10,6 %), con (28.300 millones de euros). “Hay que orientar nuestros cultivos y nuestras producciones a aquello que nos demandan los consumidores que es, en definitiva, aquello que nos demandan los mercados”, ha declarado Francisco Martínez Arroyo, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, el gran pulmón vitícola del mundo, cuando visitaba las instalaciones de la Cooperativa Galán de Membrilla-Bodegas Rezuelo, una cooperativa que se ha implicado en la diferenciación del precio de la uva en función de la calidad.
La modernización de las bodegas, gracias al esfuerzo de los viticultores y la esfuerzo de la Administración, ha creado un proyecto para «separar las variedades de uva durante la recepción y pagarla en función de la calidad del producto que aporte cada socio» porque «en la medida que seamos capaces de hacerlo, seremos capaces de competir mejor», según Martínez. Al hilo de sus palabras, cuando se habla de la calidad, no solo hay que referirse a la sanitaria, sino también a lo que demandan el mercado. La Cooperativa Galán de Membrilla-Bodegas Rezuelo es un ejemplo de otras muchas empresas que apuestan por a acondicionarse a los mercados y que sus vinos nos lleguen a más lugares.
Integrarse para ser más grande, para llegar más lejos
El Ministerio de Agricultura español reconocía a finales del año pasado como Entidad Asociativa Prioritaria al grupo alimentario DCOOP, el mayor productor mundial de aceite de oliva con producciones superiores a 250.000 toneladas. La mayor cooperativa agraria del sur de España también se dedica a otros productos como aceituna de mesa, leche de cabra, vacuno de carne, suministros, porcino, cereales, y vino, del que es líder mundial también.
En vino, es fruto de la fusión con Bodegas Asociadas Cooperativas (BACO), acaecida en 2014.doce cooperativas asociadas con producciones superiores a los 200 millones de litros de vino: tinto y blanco, de diferentes variedades y con denominaciones de origen. Opera principalmente en el mayor viñedo del mundo: La Mancha.
El nicho central de negocio de DCOOP que es el del aceite de oliva ha ampliado sus tentáculos comerciales en el mundo, debido al acuerdo con el Grupo Pompeian, que con su sede en Estados Unidos, posee varias empresas relacionadas con el mercado del aceite de oliva y otros productos, aunque opera en otros países. El compromiso busca un convertirse en líder mundial del comercio de aceite de oliva, abordando todos los mercados mundiales con objeto de ser los operadores de referencia, “una alianza que está abierta a crecer a futuros para potenciar este liderazgo y aborda todos los eslabones de la cadena basándose en la defensa de la calidad y bondad del aceite de oliva a lo largo de toda la cadena con una trazabilidad y seguridad alimentaria total: desde el origen partiendo inicialmente de la cosecha del mayor productor oleícola mundial; pasando por la industria con una capacidad dimensionada para abordar todos los mercados; para culminar en el consumidor a través de marcas propias y externas que se comercializan en la distribución”, según fuentes de DCOOP. Es una estrategia abocada a adoptarse más tarde o temprano en el sector vitivinícola.
Francisco Martínez Arroyo, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha ante los consejos rectores de las bodegas y cooperativas del Grupo DCOOP de Castilla-La Mancha, ha valorado el esfuerzo en integración comercial, que ha calificado de “necesaria, para tener mayor capacidad de negociación en la cadena alimentaria, porque el futuro pasa por esos proyectos de fusión”. El propio Gobierno regional se compromete a que esforzará por apoyar estos proyectos de integración comercial a lo largo de los próximos años.