EL PINAR, máximas exigencias en la producción de planta
Los viveros de altura de planta de fresa de EL PINAR se encuentran en plena campaña, en un proceso avanzado de emisión de estolones que permitirá poder atender las demandas de sus clientes en los principales mercados del Arco Mediterráneo, con una planta de calidad y las máximas garantías fitosanitarias.
Para lograr tal objetivo, EL PINAR ha implementado una estrategia productiva que abarca desde la fecha de plantación hasta la gestión del riego, la diversificación de viveros y la logística. “Gracias a dicha estrategia, somos capaces de suministrar más de 250 millones de plantas y hacerlo respondiendo a las necesidades y exigencias de nuestros clientes”, nos avanza Anxo Castro Pérez director de Producción de Vivero.
Adelanto de la fecha de plantación
Ante la necesidad del productor de entrar antes en los mercados con fruta de calidad, EL PINAR ha adelantado la fecha de plantación en viveros al mes de marzo. Esto les permitirá continuar hasta julio todos los procesos de abonado, y a partir de ese momento iniciar el proceso de maduración de la planta.
“Con ello logramos que ese periodo de maduración sea más largo, y pueda hacerse de una forma más pausada, parando el desarrollo vegetativo y fortaleciendo las raíces secundarias que es donde se almacena el almidón que luego nos permitirán tener un buen vigor en el trasplante, siendo esencial debido a las altas temperaturas que pudiesen registrarse en las zonas de producción en octubre”, explica Anxo Castro.
El riego, otra pieza clave
Actualmente las temperaturas están siendo óptimas para el correcto desarrollo del cultivo . Sin embargo, sabemos que futuras olas de calor pueden acaecer y provocar un estrés hídrico a la planta.
Para hacer frente a esa situación, desde EL PINAR se viene aplicando un sistema eficiente de riego, que combina el goteo durante la primera fase del cultivo en vivero, y el goteo y la aspersión cuando la emisión de estolones ya está avanzada. “Con aspersión para aportar el agua necesaria a los hijos, y con goteo a la planta madre, pues sus necesidades hídricas son superiores”, argumenta Anxo Castro.
Además, EL PINAR cuenta con sistemas de sensores en profundidad que permiten una monitorización, no solo del riego sino también de los nutrientes, para conocer en todo momento cómo está siendo su aporte y si existen pérdidas o necesidades adicionales.
Igualmente, esta campaña está en fase de prueba con sistemas de retención de humedad, que permiten un drenaje más lento.
Rusticidad de sus variedades
La rusticidad de sus variedades también está siendo imprescindible en viveros. El uso solo excepcional de materias activas para la desinfección de suelos les obliga a implementar otras prácticas culturales. De esta forma, cuentan con parcelas totalmente desinfectadas cada campaña al dejarlas previamente en barbecho evitando así el hospedaje de plagas.
EL PINAR cuenta en su portfolio con variedades como Victory, Primavera, Inspire y Renewal que tienen bajas necesidades en horas frio. Esto es fundamental, ya que al no asegurarse el frio durante su ciclo, estas variedades mantienen floraciones continuas y constantes durante todo el ciclo de producción.
Diversificación de viveros
Actualmente EL PINAR cuenta con viveros de planta de fresa en Ávila, Segovia y Rumania. Esta diversificación le permite, por un lado, atender la creciente demanda de sus clientes en todos los mercados donde están hoy presentes, pero también adaptar dichos materiales a las zonas de producción.
En zonas de producción más frías, con suelos más diversos como son Italia y Grecia, la planta de origen de Rumania aporta un vigor inicial que favorece una rápida implantación”, comenta el director de Producción.
Esta diversificación y una logística controlada y cuidada hasta el más mínimo detalle, les permite poder alcanzar la cantidad de 8 millones de plantas suministradas al día, como ya ocurriera durante la campaña pasada.
Control de costes
Con estas técnicas de cultivo, controles hídricos y diversificación de viveros, EL PINAR lograr ofrecer una planta de calidad, pero además lo hace asumiendo un incremento de costes que repercute mínimamente sobre los clientes. De esta forma, muestra su compromiso con el productor y el sector, de seguir aportando valor de una forma competitiva.