José Luis Rojas: «la victoria de Trump podría ralentizar la salida de la crisis»
Desde la dirección de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, se prevé que la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos podría ralentizar la salida de la crisis, generando efectos adversos para la economía.
En un artículo publicado en la web corporativa de esta organización, su director, José Luis Rojas Sánchez señala que aunque EEUU no es un país destino de los más importantes para los productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha, los previsibles cambios de rumbo de esta potencia mundial que conllevaría la Administración Trump en política comercial, medioambiental, económica y monetaria y exterior, y que ahora generan incertidumbre y preocupación, podrían tornarse en mayores dificultades para salir de la crisis: ralentización del crecimiento, volatilidad de los mercados, cambios monetarios imprevistos, dificultades de financiación, proteccionismo y barreras no comerciales y, en resumen, clima generalizado de desconfianza. A su entender, «en ese escenario, las dificultades para el sector agroalimentario regional serían mucho mayores y de efectos muy negativos».
Según va desgranando a lo largo de su artículo, el director de Cooperativas Agro-alimentarias de CLM señala, dentro de las consecuencias que la victoria de Donald Trump podría tener para las políticas comerciales, tanto mundiales como europeas, que afectan al sector agroalimentario, las siguientes:
-Un viraje hacia un mayor proteccionismo, aumentando las barreras tanto arancelarias como no arancelarias a las importaciones, incluidos los productos alimentarios. En ese sentido, llama la atención sobre el hecho de que el mercado estadounidense es el primer destino de las exportaciones de la UE, si bien es el octavo para Castilla-La Mancha, con algo menos de 150 millones de €/año, de los que solo algo menos de la mitad son de productos agroalimentarios, por lo que, cuantitativamente, el impacto en dicha comunidad autónoma será limitado.
Para Rojas, cualquier cambio en la política interna comercial de EEUU puede dificultar la entrada de productos de la UE y, como consecuencia, llevar a buscar nuevos mercados
-Postura antiglobalización, que ha presidido toda la campaña electoral de Trump, fundamentándose en argumentos como que la globalización y los acuerdos comerciales han provocado la deslocalización de las empresas de EEUU y la masiva importación de bienes, provocando pérdida de puestos de trabajo. «Aunque las referencias al TTIP han sido escasas en la campaña electoral, habrá que ver cómo se aplican en la práctica estas declaraciones de Trump y cuál será su política comercial», añade.
En ese sentido, recuerda que EEUU es uno de los mayores exportadores de bienes y servicios y que cualquier retraimiento hacia un mayor proteccionismo puede dar a China el puesto como primera potencia comercial del mundo, una circunstancia que, a entender del director de Cooperativas Agro-alimentarias de CLM, «no será del gusto del nuevo mandatario estadounidense». «En todo caso -prosigue- el TTIP estará en tiempo muerto durante un tiempo a la espera, por un lado, de ver qué posición toma la administración americana, pero también será ralentizado por parte de los países de la UE tras casi fracasar el CETA (todavía su periplo de ratificación no ha terminado) y ante las elecciones cruciales en Alemania, Francia y Holanda».
En lo que respecta a política medioambiental, José Luis Rojas se ha referido al rechazo que a lo largo de toda su campaña el candidato republicano ha mostrado acerca de aceptar las evidencias científicas del cambio climático, atribuyéndolo a una estrategia de los chinos «para minar la competitividad de los EE.UU.» Una política que, en su opinión, podría afectar al futuro del recientemente ratificado acuerdo COP21 de París, donde la inmensa mayoría de los países del mundo (incluidos los más contaminantes) se comprometieron en diciembre pasado a establecer medidas para que no aumentase la temperatura global de la Tierra en 2ºC, hecho que acarrearía consecuencias irreversibles para el planeta, según los científicos.
Según Rojas, Trump podría decidir salirse del acuerdo COP21 de Paris, «crucial para el sector agrario y agroalimentario, ya que de él emanarían políticas de reducción de emisiones, economía circular etc., que afectarán de lleno a la agricultura»
En política económica y monetaria, los parámetros macroeconómicos estadounidenses, que han dado estabilidad a los mercados financieros mundiales, podría verse amenazada, en opinión del director de Cooperativas Agro-alimentarias de CLM, por el compromiso de Trump de bajar los impuestos, lo que podría suponer un descenso de los ingresos, un aumento de la deuda pública y el déficit y la segura desestabilización de los mercados, caracterizados por una mayor volatilidad.
«Unos mercados internacionales afectados por un mayor déficit de EEUU dañaría el todavía débil crecimiento de la UE, en especial de la zona euro, acarreando la necesidad de más ajustes», advierte Rojas
En cuanto a política exterior, la intención de Trump de que EE.UU abandone su papel de «gendarme mundial», propugnando por que cada país adopte las medidas para protegerse y resolver sus problemas, hará a la UE «más vulnerable en el mundo», según ha señalado José Luis Rojas, quien indica que «habrá que ver con mucha atención cómo se concreta la relación crucial entre EEUU y Rusia y como afecta a los conflictos actuales, en especial Ucrania y Siria. No hay que olvidar que del conflicto de Ucrania depende el embargo ruso a los productos alimentarios de la UE y su desenlace es trascendental para nuestro sector».
En ese sentido, ha llamado la atención sobre el hecho de que tras la victoria de Trump una de las primeras decisiones de la UE haya sido convocar un Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores este domingo para analizar las consecuencias de los resultados de las elecciones estadounidenses.
Al hilo de todo lo anteriormente dicho, Rojas sentencia que «el triunfo de Trump insufla oxígeno a los eurófobos ante las elecciones en Francia, Holanda y Alemania, cruciales para el futuro de la UE tal y como la conocemos, aumentando aún más la incertidumbre en el sector agroalimentario, que no es precisamente el mejor clima, como es sabido, para los negocios y el comercio internacional».