Cómo serán las sandías y melones en los próximos años
Diferentes colores, texturas, sabores, formas y maneras de consumo. Esto es lo que buscará el consumidor de melón y sandía en unos años, y en ello trabaja ya BASF Vegetable Seeds, con nuevas propuestas y conscientes de que aspectos como la salud y la sostenibilidad deben entrar de lleno en el pack de prioridades de cualquier sección varietal.
Por Marga López, periodista agroalimentaria.
Hace unos días Nunhems®, filial de semillas hortícolas de BASF Vegetable Seeds, mostraba en su Business Event For Experts de Cartagena, sus propuestas en melón y sandía, y lo hacía con importantes novedades, como por ejemplo Coliseo F1, un Piel de Sapo con resistencia intermedia al virus Nueva Delhi, o la ampliación de la línea de Galia, Galkia. Si miramos al segmento de las sandías, Nunhems®, donde de forma indiscutible es líder indiscutible, cuenta con un completo portfolio varietal, desde sandías rayadas y negras sin semillas de alta calidad, calibres mini, midi y unipersonales y sandías para procesado, sin olvidar las de carne amarilla.
Todo esto es lo que pudieron ver y catar los asistentes a este evento, pero en eComercio Agrario, hemos querido profundizar en otros aspectos, ya no solo varietal, sino de tendencias de futuro en melón y sandía, porque está claro que las casas de semilla tienen mucho que decir y que hacer para potenciar su producción, su consumo, y la rentabilidad de toda la cadena de valor.
Para ello, nos hemos reunido con miembros del equipo de Nunhems® a quienes les hemos planteado las siguientes cuestiones:
A diferencia de la sandía, el melón se encuentra en una grave crisis de consumo, quizás por la falta de sabor. En estos últimos años las casas de semilla han trabajado en resistencia y productividad, pero el sabor ha quedado al margen, ¿en qué grado encontramos estos tres parámetros (resistencia-productividad-sabor) en vuestro catálogo de melón?
BASF Vegetable Seeds siempre ha tenido presente el sabor como una seña de identidad y por ello se reconoce la marca Nunhems®, bajo la que operamos en el mercado. En todos los tipos en los que trabajamos hemos creado líneas de sabor como es el caso de GALKIA con la que hemos devuelto a los consumidores Galia la posibilidad de comer un melón tradicional con una postcosecha razonable, con las variedades Kirene F1, Kinder F1, Kinium F1. En Charentais, Khorum F1, Arum F1 y Gustabel F1 son reconocidas y apreciadas por su extraordinario sabor y presentación externa. Además, Arum F1 presenta una alta resistencia a oídio en los ciclos tardíos donde se producen los ataques más fuertes de esta enfermedad. En Piel de Sapo nuestra última introducción en el mercado Coliseo F1* agrupa en una misma variedad resistencias (la primera variedad con resistencia intermedia a ToLCNDV), altas producciones y un sabor excelente para los ciclos tempranos. NUN 68557 MEM F1* y NUN 68307 MEM F1* dan continuidad en La Mancha para el ciclo medio y Toledano F1* finaliza en La Mancha con altas producciones y resistencia a pulgón y oídio.
Es decir, que estamos trabajando en nuevas tipologías de melón que responden a las necesidades de los nuevos consumidores, cada vez más exigentes en sabor y nuevos formatos. Hay que reinventar el mundo del melón aportando diferentes colores, texturas, sabores, formas y maneras de consumo, al igual que está ocurriendo con otros productos.
Otro aspecto que preocupa a los agricultores son los costes. En las mejores variedades de melón la productividad baja, por lo que los costes se disparan, al tiempo que el consumidor no está dispuesto a pagar ese plus, ¿de qué forma Nunhems® está trabajando en esta línea?
Somos conscientes de ello y la productividad es un parámetro de selección del mismo modo que lo es el sabor y las resistencias. Nuestras últimas introducciones de melón en el mercado, Coliseo F1* y Toledano F1* así lo ponen de manifiesto.
En sandía, contáis con un completo catálogo de variedades exitosa. Como grandes conocedores de esta categoría, ¿hacia dónde apunta el consumidor, cuáles creéis que serán las tipologías que predominarán en los lineales en los próximos años y por qué, qué valor aportan?
En nuestro caso, la innovación en sandía pasa por cubrir las expectativas tanto del consumidor actual como el consumidor del futuro. Tenemos que conseguir que comer una sandía sea una “experiencia sensorial”, donde se pueda disfrutar de sabores, texturas, aromas. En definitiva, tiene que ser un “placer saludable”.
En lo que se refiere a las características del fruto, en BASF Vegetable Seeds estamos trabajando sobre todo en garantizar una textura más crujiente y compacta, sin perjudicar al sabor y al color tradicional, que facilite los diferentes tipos de procesado del fruto y los diferentes tipos de presentación; a cuartos, mitades, tarrinas, fingers, etc. Garantizando que el consumo de sandía sea una experiencia “agradable y saludable”.
Resumiendo, para BASF Vegetable Seeds, y en opinión de Pere Montón, Account Manager de sandía en esta compañía, los principales retos que debe afrontar la sandía están relacionados con tres aspectos fundamentales: SABOR, SALUD Y SOSTENIBILIDAD.
“EL SABOR, es algo innegociable, hemos llegado hasta aquí gracias a él y vamos a seguir apostando por ello; LA SALUD, es uno de los aspectos que más está valorando el consumidor actual, y es que actualmente son más importantes las políticas preventivas que las curativas. Los consumidores quieren cuidar de su salud de una manera activa y consciente y para ello la sandía es el fruto ideal, por sus altos contenidos en licopeno, citrulina y otros antioxidantes hacen que esta fruta sea una fuente de salud, hidratante y equilibrada”, concluye Pere Montón.