Ponemos la mesa (Día Mundial de la Alimentación). José Manuel de las Heras
Hace sólo 36 años que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) anunciaba que el día 16 de octubre de cada año se celebraría el Día Mundial de la Alimentación. Señalar la fecha en el calendario de días conmemorativos se realizó con el objetivo de concienciar a los países miembros sobre los problemas de la alimentación mundial, la pobreza y la escasez.
Cada día los consumidores acuden a supermercados, con lista de la compra en mano, a llenar su cesta para proveer su mesa, dando por supuesto que es una alimentación sana, de calidad y acorde a nuestro estado de bienestar y calidad de vida, pero sin pensar demasiado de dónde vienen esos alimentos, ni tampoco en quiénes no pueden acceder a ellos aunque quisieran.
El sector agroalimentario de nuestro país representa el 8,4% del PIB, siendo el soporte y la base de nuestra alimentación. Abastecemos la despensa de los 45 millones de españoles, cada día, sin faltar a la cita, desde siempre. Fruta, verduras, hortalizas, leche, aceite, vino… Desde nuestros campos trabajamos para que todos podamos llenar la cesta de la compra.
En este sentido, y para ello, creemos que es esencial mantener vivo y dinámico el entorno rural, donde por cierto se genera casi un millón de puestos de trabajo, y más de dos millones si se tiene en cuenta a todo el entorno agroalimentario y de la distribución.
Para que 45 millones de españoles puedan ver la mesa puesta tres veces al día (ojalá pudiéramos lograr que así fuera para siete mil millones de personas en el mundo) es necesario un compromiso también de la sociedad con su medio rural: que en los pequeños pueblos nuestros hijos puedan ir al colegio o a la universidad, que podamos acceder al médico o al hospital cuando lo necesitemos, que nuestros mayores tengan pensiones dignas y dispongamos de las infraestructuras y servicios públicos básicos de los que gozan, de forma casi inconsciente, las grandes ciudades.
Nuestro sector es el responsable del 16% de las exportaciones totales españolas. Somos la cara oculta de esa marca España de la que tanto se habla últimamente y la que tanto se quiere vender dentro y fuera del país.
No obstante, creo que la alimentación no debe ser tratada como una mera mercancía, por lo que quizás convenga plantearse seriamente si conviene, o seguramente no, que la alimentación esté sometida absolutamente a las directrices de la Organización Mundial del Comercio y a los vaivenes de la especulación en los mercados financieros, que no parece que estén haciendo mucho, más bien nada o lo contrario, por erradicar el hambre en el mundo.
Hoy es el Día Mundial de la Alimentación y desde nuestra organización queremos invitar a la sociedad a una reflexión sobre el que no tiene para comer y sobre el que no sabe cómo se producen estos alimentos y bajo qué circunstancias – económicas, sociales o familiares – se realizan.
Recientemente, los medios de comunicación se hacían eco del reto que va a suponer alimentar a una población que no para de crecer y más si tenemos en cuenta los efectos que causará el cambio climático en las labores del campo. Pensar en ello también es una tarea que tenemos que llevar a cabo entre todos para hacer una sociedad más justa, responsable y, en definitiva, una sociedad mejor.
José Manuel de las Heras, coordinador de Unión de Uniones.