El hundimiento de las cotizaciones compromete el futuro de la sandía valenciana
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia el hundimiento que viene sufriendo la sandía en sus cotizaciones, como resultado de la presión bajista que en los últimos años viene ejerciendo la gran distribución. Unos bajos precios que, a decir de esta organización, comprometen seriamente el futuro de este cultivo en la comunidad autónoma valenciana, tal y como lo evidencia el hecho de que en un período de siete años su superficie de cultivo se haya reducido casi un 30%.
AVA-ASAJA señala como principales amenazas de la presente campaña de sandía, la política de bajos precios de la distribución, junto con la falta de calor en Europa
El importante retroceso experimentado por la superficie dedicada a la sandía en la agricultura valenciana, queda patente tras el análisis realizado por esta organización agraria de datos oficiales publicados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA). Así, el cultivo de la sandía en la Comunitat Valenciana, que hasta hace bien poco era uno de los referentes de su horticultura, se encuentra en el serio trance de perder su protagonismo, hasta el punto de correr el riesgo de verse reducido a una presencia poco más que testimonial dentro del panorama agrario valenciano, según denuncia AVA-ASAJA.
De acuerdo con las cifras manejadas por el Ministerio, entre los años 2009 y 2015 las hectáreas destinadas al referido cultivo en la Comunitat Valenciana sufrieron un severo descenso de casi un 30% al pasar de un total de 1.043 a sólo 743. El año pasado, según las propias estimaciones de esta organización agraria, se produjo un ligero repunte que situó la superficie de sandía en torno a 1.000 hectáreas, pero este año el terreno destinado a esta fruta tan característica del verano ha vuelto a descender de manera muy acusada y apenas alcanzará las 500 hectáreas.
Una recesión motivada principalmente por una continua falta de rentabilidad, a la que han llevado tanto los bajos precios impuestos por la gran distribución, como la competencia que ejercen otras regiones de España de producción más precoz, como Andalucía y Murcia, y donde las áreas dedicadas a este cultivo sí se han mantenido en los últimos años.
Respecto al desarrollo de la actual temporada, AVA-ASAJA lamenta que vuelva a repetirse, para desgracia de los productores valencianos, una situación muy similar a la de ejercicios anteriores. Este año la campaña arrancó a finales de mayo con precios atractivos de entre 0,35 y 0,40 céntimos de euro por kilo para las cosechas más precoces de Andalucía y, algo después, de Murcia. Sin embargo, la coyuntura ha cambiado radicalmente en estas fechas coincidiendo con la entrada en el mercado de las producciones de sandía valenciana. Ahora mismo, las cotizaciones a pie de campo que ofrecen a los productores oscilan entre los 0,10 y los 0,15 céntimos por kilo, un precio que bordea el ridículo si se tiene en cuenta que el coste que conlleva cultivar ese mismo kilo difícilmente baja de los 0,17 céntimos.
Algunas de las grandes cadenas de distribución ya han comenzado a presentar ofertas de venta al público de 0,29 céntimos el kilo
La bajada de las temperaturas en los principales países europeos ha retraído la demanda y tal circunstancia sirve también como pretexto ideal a las grandes cadenas de compra para negociar a la baja, de tal manera que la rentabilidad de la campaña valenciana de sandía se encuentra seriamente amenazada en estos momentos.
«El arranque del verano está resultando desolador para el campo valenciano», lamenta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado. «Al desastre de la cebolla y la patata -añade-, con cosechas destruidas por los propios agricultores ante la falta de precio, hay que sumar ahora los problemas que comprometen la viabilidad de la sandía. La paulatina pérdida de superficie durante los últimos años que viene registrando un cultivo que ha sido un emblema de nuestra horticultura constituye un aviso para navegantes acerca del futuro que espera al sector agrario si los políticos que nos gobiernan, en la Comunitat Valenciana, en Madrid y en Bruselas, no aprueban medidas como un ley europea de cadena alimentaria o un seguro que rentas que contribuyan a frenar esta sangría».
Fuente: AVA-ASAJA